Por lo general, durante el embarazo es necesario tomar algunos suplementos vitamínicos, que complementen las nuevas necesidades nutricionales que el estado de gestación requiere. Los más habituales son aquellos que incluyen ácido fólico, yodo y hierro, todos ellos nutrientes que juegan un papel fundamental en el desarrollo del bebé. Este último, el hierro, sufre un importante cambio durante el embarazo por lo que muchas mujeres necesitan ayuda externa para cubrir las necesidades.
A través de la alimentación es posible obtener gran parte del hierro y del resto de nutrientes necesarios, aunque en muchos casos no es suficiente. Por ello, en las analíticas que se realizan a lo largo del embarazo se vigila muy de cerca el nivel de hierro en sangre para evitar posibles casos de anemia ferropénica. Algo que podría causar graves problemas no solo durante el embarazo, sino también en el momento del parto.
Los riesgos de la anemia en el embarazo
Durante el embarazo, el volumen de la sangre aumenta en un 40% en la mayoría de los casos, incluso es posible llegar al 80%. Esto es debido a que el organismo de la mujer, además de tener que cumplir sus funciones habituales debe crear una placenta y por si fuera poco, durante las primeras semanas el bebé se surtirá de la sangre de la madre para distribuir el oxígeno por todos sus tejidos.
Un déficit de hierro en la sangre puede causar anemia en la embarazada, que en función de la gravedad puede causar diversos problemas en el feto como:
- Un parto prematuro
- Bebé con bajo peso al nacer
- Aborto espontáneo
- Fallecimiento del feto durante el periodo de gestación
Como ves, las consecuencias de un déficit de hierro en el organismo pueden ser muy graves. Por ello, es esencial que acudas regularmente a tus revisiones del embarazo con tu médico. De esta forma, se podrá prevenir esta situación y en el caso de que aparezca la anemia, poner los remedios antes de que las consecuencias sean irreversibles.
Suplemento de hierro en el embarazo: Tardyferon
El Tardyferon es un medicamento que se utiliza para aumentar los niveles de hierro en sangre en estados carenciales. Se trata de un compuesto de hierro de «acción prolongada» según indica el prospecto y que se puede tomar en la mayoría de los casos durante el embarazo y la lactancia.
Es muy importante que antes de tomar cualquier medicación como el tardyferon o un suplemento, aunque sea natural, consultes con tu médico para asegurarte de que es completamente inofensivo para ti, según tus condiciones.
Si tienes que tomar este suplemento de hierro, es muy importante que tengas algunas precauciones alimentarias, ya que existen muchos alimentos que impiden que el organismo absorba correctamente algunos nutrientes, como el hierro. Cuando vayas a tomar el tardyferon, puedes hacerlo con agua o con un poco de zumo de frutas preferiblemente natural y de frutas cítricas, ya que favorecen la absorción del hierro.
La alimentación: fuente natural de hierro y nutrientes esenciales
Otros alimentos como la leche, los huevos, el café o los derivados lácteos, actúan contrariamente por lo que debes evitar su consumo en las dos horas anteriores de tomar el medicamento. Bajo ningún concepto debes mezclar este ni ningún otro medicamento con vino o cualquier otra bebida alcohólica.
Y recuerda, con una alimentación variada, equilibrada y saludable, puedes obtener en gran medida los nutrientes necesarios para mantenerte saludable y que tu embarazo avance correctamente. Asegúrate de tomar alimentos de todo tipo, sin olvidarte de las frutas y verduras, los carbohidratos o las grasas y proteínas animales. Esta última, es la mejor fuente de hierro que puedes encontrar de forma natural.
Ya que, aunque puedes obtener hierro vegetal en verduras, hortalizas y otros productos, el organismo absorbe mejor el hierro procedente de una fuente animal. Cuida tu alimentación durante este periodo tan especial, de esta forma te asegurarás de proporcionarle a tu bebé todos los nutrientes que necesita para crecer fuerte y sano dentro de ti.