Utilizar la tarjeta bancaria para realizar trámites se ha convertido en una facilidad imprescindible para todas las edades. Los menores van de la mano de los adelantos y las nuevas tecnologías, y aunque rehusemos a que no es factible, será una evolución inevitable. El uso de la tarjeta monedero para niños se puede convertir en una educación financiera para ellos, podrán apoyarse en este sistema para poder controlar mucho mejor su dinero.
Los menores a partir de los 10 años ya pueden tener su propia tarjeta bancaria. Estas tarjetas vienen asociadas con una aplicación de seguimiento para que los padres puedan tener control de los gastos. Hay opiniones muy positivas para los padres que solicitan este tipo de servicios, aseguran que es una herramienta muy útil y segura, ofreciendo a sus hijos más independencia y manteniendo un mayor control.
¿Qué es la tarjeta monedero para niños?
Son tarjetas para que los menores puedan utilizarla para sus gastos habituales. No existe una legislación específica para su uso, tan solo es que deben de ser de débito, por lo que pueden manipularla perfectamente. Los menores no pueden solicitarla por sus propios medios, pero serán los padres o los representantes legales los que lo hagan en su lugar.
Además, estas tarjetas se asocian a una aplicación para que puedan ingresar dinero de forma puntual y hagan un mejor seguimiento de administración del dinero. Por ejemplo, puedes adaptarle en función de sus necesidades, limitar los pagos, programar la paga automáticamente, decidir dónde puede utilizarla y hasta bloquearla por si la pierde.
Controversias sobre este tipo de tarjeta monedero
Las tarjetas bancarias están diseñadas para vender servicios de crédito y ahorro, incluso manejan servicios en la bolsa con el dinero. Otros servicios o plataformas independientes incluyen una tarjeta monedero para niños, asociadas a una aplicación móvil diseñada exclusivamente para toda la familia y especialmente para los adolescentes que son menores de edad.
Este tipo de tarjeta monedero no se parecen a las tarjetas bancarias. Los adolescentes pueden recibir su paga a través de la tarjeta, incluso recibir otro tipo de pagas fácilmente. Incluso se puede bloquear y desbloquear cuando se necesite, en el caso de que haya sido extraviada.
Este sistema le va a permitir dar el paso a gestionar su dinero, utilizarla para pagar servicios online, como la venta de algún artículo de segunda mano, la compra de juegos online o recibir la propia de algún trabajillo. Los padres pueden gestionar las pagas cómodamente con solo un pequeño clic, incluso se puede programar las pagas para no estar pendiente de ello.
Estas son todas las ventajas que se ofrecen frente a ofrecer dinero en metálico. Para muchos padres, introducir dinero en la tarjeta supone una liberación, ya que si llevan el dinero podrían perderlo. Incluso pueden utilizarla para hacer pagos online sin tener que utilizar la tarjeta de los padres.
Los beneficios de estas tarjetas monedero
La ventaja es tener en la mano un tipo de tarjeta de estas características sin mediar con los bancos. No lleva comisiones por transacciones ni por pagar por internet, pero tienen un coste mensual bajísimo, apenas llegan a los 3 €.
Te ofrecen una tarjeta que se puede personalizar y dos aplicaciones para su uso. Hace falta facilitar una cuenta IBAN para gestionar los movimientos y así recargarla de forma parental. Se puede conocer por la aplicación dónde se está utilizando la tarjeta a tiempo real e incluso bloquearla para ciertos pagos.
También ofrecen un plan de seguro, se ofrece una tarjeta virtual para su utilización con el móvil, un seguro para los accidentes de pantalla rota del móvil, otro seguro contra el ciberacoso o una asistencia en viaje. Otro detalle es que también se pueden utilizar en el extranjero y sacar dinero en efectivo cuando se necesite.
¿Qué otros beneficios pueden tener a lo largo del tiempo?
Si un niño comienza pronto a utilizar las gestiones con dinero, será toda una ventaja para poder comenzar a ser educado mediante las finanzas. Podrá hacer un cálculo real de coste de las cosas, comparar precios de una tienda a otra y saber ahorrar cuando sea necesario, entre otras. Es una forma de ofrecer independencia y autonomía en algo que hay que saber gestionar en un futuro, haciéndolos sentirse más responsables.
Este tipo de tarjeta permite que los niños también configuren sus gastos a través de internet y aplicaciones seguras. Se sentirán muy orgullosos cuando tengan que utilizar los códigos para pagar por primera vez, pero siempre con responsabilidad.
Los padres son los que dictaminan su forma de gastar, ya que no es lo mismo un niño o niña de 10 años frente a otro de 15. Se puede hacer un seguimiento parental de los gastos a través de la aplicación asociada a la tarjeta, supervisando sus compras y poniendo un control o restricción para que no gasten más a la semana o al día.