Quizá con el estrés diario te hayas descuidado o eso te dicen… que desde que eres madre ya no te cuidas igual. Son muchas las cosas que tienes que hacer durante el día, todas las responsabilidades y prioridades que debes atender. Quizá por eso no des tanta importancia a la apariencia como quizá se la dabas antes de ser madre.
Pero si alguien te dice que te has descuidado desde que eres madre, no le des demasiada importancia porque la realidad no es que te hayas descuidado, si no que tienes más confianza en ti misma, más seguridad personal e ir en zapatillas o sin maquillar también te hace ser igual de fuerte y competente.
Puedes estar cómoda siendo tú misma sin necesidad de nada más. Queriendo a tu familia, entregándote a tus hijos, disfrutando de tus amigos, ayudando a otros y siendo optimista a pesar de las adversidades. Cada mujer va siguiendo el camino hacia la libertad, hacia su libertad. No pienses que te has descuidado, es despectivo y absurdo. Solo has dejado de tener la necesidad de estar perfecta todo el tiempo, porque ya lo eres sin la ropa perfecta o sin maquillaje.
Una madre pasa a necesitar practicidad y comodidad para que los días sean más fáciles y puedan tener el control de su día a día. Por eso las zapatillas, el pelo recogido y el no ponerte maquillaje pasan a ser lo normal en tu vida. El amor propio no se reduce a lo que llevas puesto, eres tú quien lo transmite.
Así que mamá, no te sientas mal si no te arreglas como antes, porque quizá en el exterior no se note tanto, pero tu interior ha crecido mucho y realmente está más bello que nunca. Eres una gran persona que has aprendido mucho sobre la vida y sobre ti misma después de ser madre.