¿Tu hijo tiene mala letra y te preocupa? Quizás los maestros de tu hijo te lo hayan comentado. Incluso puede que te hayan recomendado que le compres algún cuadernillo para que mejore su caligrafía. Pues tranquila, si son muy pequeños, aún tienen tiempo para mejorar con el apoyo y la motivación adecuados.
Pero si no es así, has de saber que, quizás «letra de médico» de tu hijo, se deba a que es más inteligente que las personas con caligrafía impecable. Sí, tal y como lo lees, al menos así lo afirma un estudio realizado por la Universidad de Illinois. En dicho estudio, publicado en la revista The American Journal of Psychology, se afirma que las personas con «letra fea» tienden a tener un coeficiente intelectual más elevado que aquellas con una letra bonita y legible.
¿Por qué tener mala letra es de inteligentes?
Según el estudio, el motivo de que las personas con mala letra sean más inteligentes se debe a que su cerebro trabaja más rápido que su manos. Es decir, que el cerebro prioriza lo que se asimila y procesa antes que la destreza para plasmarlo en papel, característica propia de las personas con un elevado coeficiente intelectual.
Una de las revelaciones de la investigación fue que los niños con una mala caligrafía y con uso constante de abreviaturas, tenían mayores capacidades intelectuales que los que tenían una bonita caligrafía. Para estos niños con mala letra, es más importante plasmar la mayor cantidad de información independientemente de cómo lo hagan. Es decir, dan más importancia al contenido de lo que escriben que al esfuerzo de hacer una letra bonita.
Esta teoría, ha sido también apoyada por Howard Gardner, creador de la Teoría de las Inteligencias Múltiples y docente e investigador de la Universidad de Harvard. Gadner afirma que las personas con mala caligrafía son mucho más inteligentes y creativas, lo que les lleva a tener una escritura más veloz impidiendoles que tengan una letra clara y definida. Además, según su teoría, existen diferentes tipos de inteligencias que se miden en distintas áreas y habilidades. eso significa que cada niño tiene una forma diferente de aprender y que todas ellas son correctas.
Aprender a escribir no es tarea fácil
Por otro lado, e independientemente de los estudios, hay que tener en cuenta que aprender a escribir no es una tarea fácil y que requiere un alto nivel de coordinación. Con tiempo, motivación y paciencia, tu hijo aprenderá a escribir de manera legible. Sin embargo, hay algunos factores que pueden interferir en este proceso:
La introducción temprana a la lectoescritura: Intentar que los niños empiecen a leer o a escribir cuando sus cerebros y habilidades motrices aún no son las adecuadas, lo único que hace es impedir un correcto aprendizaje.
Querer que escriban a nuestro gusto: Cada niño tiene una manera de escribir y, si intentamos que todos escriban con letra perfecta, estaremos impidiendo que el niño desarrolle su propia personalidad.
Presionar al niño: Si tanto en la escuela como en casa no paramos de decirle lo fea que es su letra. terminaremos consiguiendo que se bloquee y que, además, la tarea le resulte insoportable.
Como ves, si tu hijo tiene una letra fea, en principio, no hay razón para preocuparse, más bien para alegrarse, lo dice la ciencia. Ayúdale a que tenga una caligrafía legible, con una buena ortografía, sin fallos gramaticales y una buena expresión en lugar de dar tanta importancia a lo bonita que sea su letra. Pero sobre todo, y esto es aplicable a todas las facetas de la vida, motívale para que aprenda a amar lo que hace en lugar de aborrecerlo.