Si quieres tener claras tus expectativas de crianza deberás tener en cuenta primero y antes que nada que no eres ni serás nunca un padre o madre perfecto/a, pero es que tus hijos tampoco lo son ni deben serlo. Es necesario que manejes el estrés de forma efectiva para lidiar mejor con los posibles problemas de conducta.
Si eres un padre o una madre estresado/a serás más propenso a gritar o a disciplinar a tus hijos de forma negativa. Los padres estresados también son más propensos a castigar a sus hijos en lugar de disciplinarlos de forma positiva.
Esto puede hacer que entres en una espiral negativa dentro de la crianza porque cuanto peor estés tú, peor se comportarán tus hijos. El manejo saludable del estrés incluye el cuidado personal y el apoyo de amigos y familiares… así podrás empezar a tener más claras tus expectativas de crianza.
Además también es importante prestar atención diaria a los niños para marcar la diferencia en la vida de los niños. Unos pocos minutos de atención positiva también hará que los niños se sientan mejor y se comporten mejor. Sin embargo, es una habilidad crear tiempo individual para un niño. Pero puede marcar una gran diferencia para el bienestar general de un niño.
Una vez que tengas todo esto, entonces, podrás tener claras tus expectativas de crianza con tus hijos. Cuando los niños no entienden qué se espera de ellos, puede ser imposible que cumplan con las expectativas de los padres. Los padres más correctos en la crianza pueden explicar sus expectativas. Un padre efectivo simplemente no le dice a su hijo de 10 años que limpie su habitación. En cambio, describe cómo es una habitación limpia diciendo: «Levanta tu ropa del suelo, prepara tu cama y aspira la alfombra”, así sabrá qué es lo que se espera exactamente de su comportamiento.