Tipos de consecuencias educativas según la edad

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Los niños y adolescentes no necesitan castigos ni imposiciones para poder aprender a ser responsables de sus propias acciones y para descubrir cuáles son las acciones más adecuadas en momentos determinados. Los niños y adolescentes te necesitan para que seas su guía, su apoyo y para que les orientes en el tipo de consecuencias que habrá según su comportamiento.

Las consecuencias para los niños y adolescentes no pueden ser siempre igual ya que dependerá de la edad y de la idiosincrasia de cada uno el que te decantes por unas u otras consecuencias. Las consecuencias deberán estar siempre pactas de antemano para que los niños y adolescentes sientan que tienen parte de control en lo que les está sucediendo, de esta manera aceptarán de mejor grado las consecuencias y además, sentirán la responsabilidad de poder cambiar su comportamiento para mejorar su bienestar emocional y el de todos.

Las consecuencias educativas deben ser razonables, tienen que ser herramientas a utilizar siempre que sea necesario para proporcionar una buena educación personal, para prevenir y para ser un buen guía en la crianza de los hijos. Las consecuencias enseñan a los niños lo que no se debe hacer y cuáles son los comportamientos adecuados en cada ocasión. Sin embargo, las consecuencias por sí solas no enseñan a los niños los valores y las habilidades que son realmente importantes para trabajar al mismo tiempo su autoestima, la resolución de problemas o el autocontrol.

Consecuencias educativas efectivas

Las consecuencias necesitan orientación para ser eficaces y para que los niños sepan y aprendan qué es lo que deben hacer. La orientación es el núcleo de una disciplina efectiva: enseñar a los niños lo que está bien y lo que está mal, ayudarlos a aprender a asumir la responsabilidad de sus acciones y a enseñarles a relacionarse positivamente con los demás y con ellos mismos.

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Es necesario seguir unas pautas para que las consecuencias educativas en casa sean efectivas. De esta manera se evitarán enfrentamientos o discusiones porque los niños y adolescentes sabrán a qué atenerse a cada momento. No pierdas detalle:

  • Las consecuencias deben ocurrir cerca del tiempo a la mala conducta.
  • Los niños deben ser capaces de distinguir entre lo correcto y lo incorrecto.
  • Los niños deben darse cuenta de que la experiencia desagradable es el resultado de su propia mala conducta deliberada, no la ira de sus padres.
  • Las consecuencias deben ser coherentes y adaptada a las circunstancias.
  • La consecuencia debe tener sentido y no ser más severa que la mala conducta. Si está pactada con anterioridad mucho mejor.
  • Responde al comportamiento negativo de tus hijos en privado, en cambio responde al comportamiento positivo elogiándolos en cualquier lugar, aunque sea en público.
  • No abuses del uso de las consecuencias.
  • Las consecuencias NUNCA deberán ser violentas.

Tipos de consecuencias según la edad

Que repare su error (entre 6 y 18 años)

Si tu hijo tiene entre 6 y 18 años y rompe algo o causa algún destrozo deberá reparar su error. Puedes ayudarle a elaborar un plan para hacerlo, ya sea ahorrando para comprar lo roto, realizar algún tipo de actividad para remendar el error como arreglar el césped del vecino si lo pisó y lo destrozó, etc. Busca la forma en la que tu hijo puede reparar o remendar el error y dale las claves para que lo haga.

tutorías en la escuela

El tiempo de espera (entre los 3 y los 12 años)

El tiempo de espera es un tiempo de reflexión para que tu hijo pueda pensar con tu ayuda sobre lo ocurrido. Es una manera de corregir el comportamiento estando en un lugar tranquilo durante unos minutos para que reflexione de forma individual y después hablar con él sobre el problema. El tiempo de espera o para pensar tiene que ser corto porque si se vuelve tedioso o demasiado largo no servirá para nada. Lo ideal es usar un minuto por cada año de edad del niño. 

Puedes usar este tiempo cuando tu hijo se ha peleado o ha tenido un mal comportamiento como pegar a un hermano. Lo mejor es calmar a todos los involucrados, no es una forma de castigar a tu hijo, el objetivo es que tu hijo reflexione sobre lo sucedido y que entre los dos busquéis la solución más acertada. Nunca dejes a tu hijo solo en una habitación sin tu orientación porque entonces solo estarás cultivando rencor y resentimiento. 


Permite las consecuencias naturales (todas las edades)

Las consecuencias naturales son sin duda una buena herramienta de aprendizaje para los niños, adolescentes e incluso para los adultos. Deja que tu hijo experimente los resultados naturales de su comportamiento. Estas consecuencias no deben ser provocadas ni manipuladas por el adulto, tampoco tienen que ser perjudiciales para tu hijo, pero sí lo suficientemente desagradables como para que motive a tu hijo a cambiar.

Por ejemplo, si no quiere echar su ropa sucia al cesto de la ropa, no se la laves hasta que llegue un momento en que no tenga ropa que ponerse. Si no quiere ducharse simplemente dile lo que puede ocurrir (olerás mal y la gente se dará cuenta, es desagradable). Con sus comportamientos y las consecuencias naturales le ayudarán a entender cuál es la mejor conducta, pero no solo porque los demás se lo dicen, si no por su propio beneficio.

nino con miedo

Introduce consecuencias lógicas (todas las edades)

Las consecuencias lógicas son como sanciones razonables que están conectadas con la mala conducta. Si por ejemplo tus hijos dejan los juguetes en el patio siempre cuando acaban de jugar y no los recogen, entonces puedes meterlos todos en una bolsa y guardarlos en el garaje y que estén un tiempo sin sus juguetes para jugar.

Explica cómo te hace sentir su comportamiento (todas las edades)

Cuando tu hijo tenga una mala conducta, explícale cuáles son los sentimientos que te generan. Sentimientos de desánimo, preocupación o incluso tristeza. Los niños quieren complacer a sus padres de forma natural y la decepción misma lo pueden sentir como una consecuencia grave dentro de sus corazones.

Perder privilegios (de 4 a 8 años)

La pérdida de un privilegio puede ser una herramienta eficaz. Por ejemplo, si un niño se monta en una bicicleta sin casco, retirar la bicicleta durante un tiempo puede ser eficaz. Si un niño no pone la mesa porque está viendo la televisión, quitarle la televisión también puede ser una herramienta eficaz. El perder los privilegios deberá tener sentido acorde al comportamiento y deberás hacerlo de forma firme pero amistosa. Haz tratos con tus hijos, puede volver a ganar ese privilegio si se esfuerza en corregir esa mala conducta.


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