Gracias a las técnicas de reproducción asistida, muchas parejas en el mundo han podido cumplir su sueño de ser padres. En España, la técnica más utilizada es la fecundación in vitro (FIV), aunque siempre será el especialista quien determine cuál es la opción más adecuada según el caso.
Este tipo de procedimiento es altamente avanzando, por lo que es normal que surjan todo tipo de dudas. Cualquier pareja que se vaya a someter a una fecundación in vitro (FIV), recibirá todo tipo de información por parte de personal cualificado. No obstante, si aún es un proyecto y deseas resolver algunas dudas antes de comenzar con este proceso, a continuación resolvemos las más frecuentes.
¿Qué es la fecundación in vitro (FIV)?
Esta técnica de reproducción asistida, consiste en extraer los ovocitos de la madre para fecundarlos con los espermatozoides masculinos fuera del cuerpo de la mujer. En el laboratorio, una vez obtenidos los embriones se hace una selección. Algunos de ellos se congelarán de cara a futuras inseminaciones, otros, se transferirán al cuerpo de la mujer.
La fecundación in vitro (FIV) se utiliza para muchos casos de infertilidad, tanto masculina como femenina. Incluso, cuando otros procesos de fecundación asistida no han resultado exitosos.
¿Cómo se realiza la fecundación in vitro (FIV)?
Es un proceso que se divide en tres fases. En la primera, se administran hormonas a la mujer para estimular la ovulación. La segunda fase consiste en la extracción de los ovocitos de la mujer. Este proceso es rápido, tiene una duración de entre 5 y 10 minutos, se aplica anestesia local y se extraen por vía vaginal. La tercera y última fase se lleva a cabo en el laboratorio.
Primero se analizan los ovocitos, después, serán inseminados para que los gametos realicen su proceso natural de fertilización. Pasarán 3 días en la incubadora, donde serán vigilados y evaluados diariamente, hasta que llega el tercer día y se realiza una selección de los más idóneos. Existen varios criterios importantes para la elección de los embriones que serán transferidos al útero, genéticos, morfológicos etc.
Generalmente, se suelen transferir uno o dos embriones en cada proceso, aunque la ley marca el límite en 3. El motivo es para evitar los riesgos del embarazo múltiple.
¿Cuál es el porcentaje de éxito de la (FIV)
Que la fecundación in vitro sea exitosa depende de muchos factores, en cada pareja es distinto. Sin embargo, existe un factor importante por el cuál, la reproducción puede tener una tasa de éxito mayor o menor, y se trata de la edad de la mujer. Cuánto más joven es la mujer, mayores son las probabilidades de un embarazo de éxito. En el caso de mujeres con 35 años, el porcentaje aproximado es de un 45%.
En el caso de mujeres mayores, las tasas de éxito se reducen notablemente. Por este motivo, en muchos casos se suele recurrir a la donación de óvulos para aumentar las probabilidades de un embarazo.
¿Qué pruebas se realizan antes de la fecundación in vitro?
Antes de comenzar con el proceso, es necesario realizar algunas pruebas médicas. Por una parte, se realiza una historia clínica para tener todos los datos importantes, tanto por parte del padre como de la madre. Además, el hombre se someterá a un análisis de esperma o recuento espermático, en el que se valora la calidad del semen. La mujer pasará una revisión ginecológica, donde se analizarán varios elementos.
¿Es posible elegir el sexo del bebé?
Los padres no tienen la posibilidad de intervenir en la elección de los embriones que se van a implantar en el útero. Por lo tanto, no se puede elegir el sexo del bebé. En España, solo se permite la selección de embriones de un sexo determinado, cuando existen riesgos de enfermedades asociadas al cromosoma X que determina el sexo.
¿Cuánto cuesta el proceso?
Las técnicas de reproducción asistida son muy costosas, cuentan con procesos muy avanzados que no son fáciles de asumir para muchas parejas. Los precios pueden variar, ya que son las propias clínicas privadas quienes regulan los precios. También varían mucho las cantidades en función de la ciudad donde se encuentre la clínica. Además de las posibles pruebas complementarias que pueden requerirse, que van ampliando la cantidad. Puede rondar entre los 3.500 o los 5.000 euros, incluso más, dependiendo de la clínica.