Todo lo que necesitas saber para que tus hijos disfruten de la nieve sin sufrir hipotermia

Hoy regreso con nuevos consejos para proteger la salud de los niños en invierno, y lo hago porque debido a la ola de frío que entró hace un par de días a la Península Ibérica, conviene repasar algunas recomendaciones. Con temperaturas muy cercanas al 0, incluso bajo cero, y con tantas ciudades, carreteras, montes y playas cubiertos de nieve, es necesario que hablemos sobre el riesgo de hipotermia. Porque sí, la nieve es muy divertida para tus hijos (y para ti también), pero si no tomas las precauciones necesarias, la temperatura de su cuerpo descenderá, y además pueden ocurrir otras complicaciones asociadas.

Los peques no regulan su temperatura corporal como nosotros debido a un mecanismo de termorregulación aún inmaduro. El organismo de los niños es más sensible al frío y al calor, pero por otra parte ellos suelen estar pendientes de sus juegos, por lo que la sensación de incomodidad quizás llegue demasiado tarde. Así que os daré unas pistas para reconocer la hipotermia, pero también hablaremos de su prevención.

Cuando hace mucho frío, se producen más episodios de hipotermia de los que imaginamos, y además si llueve o nieva, la piel de los niños puede quedar húmeda y aún tendrá más dificultades para regular la temperatura. ¿Quiere decir esto que no pueden salir a hacer muñecos de nieve? Desde luego que pueden, pero con la debida preparación. Y con una supervisión más cercana o menos, según la edad de quien se trate.

Hipotermia, ¿de qué temperatura hablamos?

Por debajo de los 35 grados, pero además se observan otros síntomas como sentir frío, torpeza, amoratamiento, irritabilidad (aunque también letargia, ya que en cada persona se manifiesta de una forma). ¡No esperes más! Si alguno de tus hijos presenta estos síntomas, el frío podría llegar a afectar a su cerebro, y sufrir alteraciones neurológicas.

¿Cómo actuar?

Ante la sospecha llevaremos al niño a un servicio de Urgencias Hospitalarias, bien abrigado si se encuentra consciente, e intentando que no se duerma. Si se ha quedado inconsciente, igualmente lo protegeremos bien abrigándole. Si tenemos ayuda, una persona puede quitar la ropa mojada al niño y envolverle en mantas. Hay veces que a la llegada al hospital el peque se encuentra en parada respiratoria, incluso en estado comatoso, son los casos más graves. Sabiendo prevenir nos evitaremos muchos problemas y consecuencias dramáticas para la salud.

¿Qué hago para que mis peques no sufran hipotermia?

Prevenir, eso es lo que debes hacer, ¿y cómo?, es fácil:

¡Atención a la ropa que les ponemos!

  • Mientras dure el temporal, y en cualquier caso, siempre que haga frío, prepara cada día varias prendas de ropa de manga larga fina (2 o 3), y que se pongan encima la chaqueta.
  • La capa externa de la chaqueta, cazadora o anorak, idealmente deberá ser antitranspirable y estar hecha de un material que pueda repeler la humedad. La capa interna mejor si transpira.
  • Gorro, bufanda (ancha, que pueda cubrir la boca), guantes.
  • Calcetines gruesos, y si puede ser, leotardos de lana.
  • Botas impermeables.

Y cuando se mojan…

Si son muy pequeños y sales con ellos a jugar con la nieve, vigila su estado, y regresa a casa pronto para cambiarles; si ya salen solos de casa, que se muden nada más lleguen toda la ropa que hayan mojado, empezando por los calcetines (aún en las botas de goma entra el agua si hay temporal de lluvia, y por supuesto si juegan con la nieve). Será útil secarles con una toalla suave, y si son muy peques, no hace falta que frotes, pero puedes ir dando toques a fin de conseguir el efecto deseado.

Los zapatos también se quitan y se ponen a secar, ¿que volvemos a salir a la calle? Pues los cambiamos por otros, y si nos quedamos ya en casita, calzaros las zapatillas blanditas que a vuestros pies les encantan, aunque también valen calcetines lo suficientemente espesos para aislar del frío del suelo.


¿Qué es eso de la Congelación?

No tiene tanto que ver con la afectación a nivel neurológico, sino con el congelamiento de la piel. A veces no tenemos cuidado y se congelan las puntas de las extremidades (dedos de manos / pies), incluso la nariz u orejas. Se reconoce la piel congelada por que salen ampollas, pero también porque se pone pálida o grisácea. La sensación para los peques (recordad que cuando ellos lo notan ya hay afectación) es de quemazón, y algunos relatan adormecimiento.

El consejo es volver a casa, o atenderles cuándo vuelven, de la siguiente forma: sumergir las partes congeladas en agua templada, a unos 40 º, sin frotar con esponjas ni manoplas. Después hay que secar con muchísimo cuidado y darles una infusión, leche tibia o una taza de caldo calentito. Si, pese a las medidas, persisten las manifestaciones en la piel, tendríamos que llevarle a urgencias.

¿Cómo evitar la congelación?

Guantes de nieve (no de lana) si juegan con la misma, o van a saltar charcos, botas altas de goma, orejeras, y cubre boca o braga que pueda tapar la nariz.

En definitiva se trata de disfrutar del invierno (no todos pueden hacerlo, me remito a las poblaciones o conductores que quedan aislados, pero hablo en general), sin que por ello nuestra salud y la de los peques se vea afectada.


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