Todo sobre la hormona prolactina en la lactancia materna

Antes del embarazo la hormona prolactina está en niveles muy bajos en el organismo femenino y va en aumento durante el embarazo. A continuación vamos a conocer más aspectos sobre la hormona prolactina y sus valores.

La hormona prolactina

La hormona prolactina o luteotropin se genera en la glándula pituitaria. No es hasta después del parto cuando se produce la leche en las glándulas mamarias para satisfacer las necesidades del bebé. La placenta se expulsa y la prolactina aumenta, manteniéndose elevada los primeros meses tras nacer el bebé. En el caso de que la madre no amamante a su hijo esos valores descienden.

Durante el tiempo que dure la lactancia materna la hormona prolactina se mantiene en unos niveles altos en sangre al estimular el pezón y succionar para hacer el bebé su toma o realizar una succión no nutritiva. El nivel de prolactina es mayor durante la noche. El  niño en ese tiempo no ha de esforzarse tanto en succionar y se alimentará igual o mejor que durante el día. Es conveniente que la madre haga descansos entre las tomas de su hijo, que se hidrate y alimente convenientemente. Cabe decir entonces que cuando el niño no mame, no habrá leche.

En el embarazo la hormona prolactina no es tan evidente en el organismo de la madre ya que la presencia de la progesterona y los estrógenos la solapan. Por norma general el aumento señalable de la prolactina se produce alrededor a 3-4 días tras la expulsión de la placenta. El bebé mama a demanda y succionando será como se active la hormona.

En la lactancia materna el pecho materno es el sustento, no solo alimenticio sino de consuelo y afecto. El pecho da al niño vida, le protege, le calma, le devuelve a la tranquilidad que vivió en su útero materno. Mientas la hormona está presente se inhibe la producción de otras y durante el tiempo de lactancia materna se retira la menstruación y reduce la fertilidad, entre otros aspectos.

Aumento de la hormona prolactina

La hormona prolactina también se encuentra en el varón. Atendiendo al tema concreto, es necesario  resaltar que  en la mujer la prolactina debe encontrarse por debajo de los 25 ng/ml. Es importante conocer los valores de referencia previamente. Si se sospecha la existencia de tumoración en la madre, por esos niveles, habitualmente se repiten el análisis cada 6 meses en un periodo superior a 1 año.

Generalmente el aumento de prolactina se produce más en mujeres en edades comprendidas entre los 24 y 34 años de edad. La prolactina alta puede ser señal de embarazo entre otros indicativos. También puede conllevar existencia de hipotiroidismo o la ingesta de algún fármaco, como antidepresivos o estrógenos, cuando el valor se excede de 100 o 250 ng/ml. Los síntomas de prolactina alta son los siguientes:

• Infertilidad.
• Ausencia o retraso de la menstruación.
• Producción, aunque no exista embarazo, de leche.
• Osteoporosis.
• Disminución de la líbido.
• Alteraciones en la vista.
• Dolor de cabeza.

Algunos de los motivos que implican un aumento de la hormona prolactina en la mujer son los siguientes:

• Lactancia materna.
• Estimulación en las mamas.
• Enfermedades del hipotálamo.
• Síndrome de ovarios poliquísticos (alrededor del 30% de casos)
• Anorexia.
• Actividad intensa.
• Trastornos renales.
• Sueño, estrés psicológico y ansiedad.
• Cirugía en cabeza y tórax.
• Tumor cerebral.
• El acto sexual.
• La ingesta elevada de proteínas y grasas.

¿Es posible quedarse embarazada con la prolactina alta?

El valor normal de la prolactina es de 3-20ng/ml. Para recuperar sus valores normales en caso de estar alta, es preciso averiguar la causa de su subida y buscar una solución. Hay fármacos para normalizar los valores de la prolactina. Se inicia el tratamiento recomendado por el especialista y se comienza a buscar el deseado embarazo. En el momento en que la madre de positivo en el test de embarazo debe suspenderse el tratamiento por los daños que al feto le podrían ocasionar. La prolactina alta no es incompatible con la lactancia materna. Puede incluso retomarse el tratamiento en ese periodo, previa discusión con el médico.

La etapa de la lactancia materna es bonita y dura. La madre puede verse desbordada sobre todo al principio cuando todo es nuevo y todavía debe crearse un hábito  y conocimiento entre madre e hijo. Ambos deben aprender el uno del otro y del proceso en sí mismo. La madre debe verse apoyada por su entorno pero no agobiada ni cuestionada. Toda madre puede dar de mamar a su hijo pero siempre es necesaria información y ayuda. No hay que olvidar que la lactancia materna es a demanda, no existen horarios para ello.