La mayoría de los niños que tienen VIH han sido contagiados por sus madres, en lo que se conoce como transmisión vertical. Esto se puede produce durante el embarazo, el nacimiento o durante la lactancia. Conocer la existencia de la enfermedad antes del embarazo y llevar unos controles adecuados puede prevenir que esto suceda. Veamos como podemos hacer para evitar la transmisión del VIH de la madre al bebé.
¿Qué es el VIH?
Es el virus de inmunodeficiencia humana. Este virus destruye determinadas células del sistema inmunitario, debilitándolo progresivamente. Nuestro sistema inmune protege a nuestro cuerpo y sin esa protección el cuerpo es más vulnerable a contraer otro tipo de infecciones muy serias.
A día de hoy no hay cura pero existe medicación para mejorar tu calidad de vida y disminuir el contagio. La mayoría de personas que tienen el VIH y no se tratan, acaban muriendo, por eso es tan importante la detección para poder tratarlo.
¿Qué diferencia hay entre VIH y SIDA?
No son lo mismo. El SIDA es el Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida. Es el resultado del VIH en su fase más grave, cuando el recuento de células CD4 (células muy importantes del sistema inmunitario) tienen un recuento extremadamente bajo, y al cuerpo se le hace imposible protegerse de enfermedades e infecciones. Para tener SIDA hay que tener VIH, pero tener VIH no implica que tengas SIDA.
Tener VIH supone haber estado expuesto al virus y que esté debilitando tu sistema inmune sin haber desarrollado el SIDA. Una persona son VIH puede vivir una vida larga y saludable con la medicación adecuada. Por eso son tan importante las pruebas de detección.
¿Cómo se contagia el VIH?
El VIH se contagia a través del semen, la sangre, leche materna y las secreciones vaginales. Es decir, se contagia vía sexual, vía sanguínea o vía vertical (madre-bebé). No se transmite a través de la saliva ni a través del aire como se creía antes, ni tampoco por las heces, sudor, orina o lágrimas.
A través de esas 3 vías es como el VIH entra en la corriente sanguíneo y comienza a atacar el sistema inmunológico, en concreto a las células CD4 que vimos antes. Se introduce en ellas introduciendo su material genético para que se multipliquen y propaguen a otras células.
¿Se puede tener un bebé sano siendo madre con VIH?
Sí, se puede. Según la OMS el porcentaje de transmisión vertical de madres con VIH a sus bebés sin tratamiento es del 15 al 45%. Con el tratamiento adecuado con antirretrovirales esa cifra baja hasta el 1-2%. Además mejoran la salud tanto de la madre como del bebé y evitan complicaciones durante el embarazo y parto.
Se recomienda en estos casos que los partos sean por cesárea, ya que los partos naturales ponen al bebé en contacto con fluidos de la madre que podrían contagiarle. Los médicos tomarán las medidas necesarias para que no ocurra, además de que el tratamiento evitará posibles complicaciones. Además a los bebés durante sus primeras semanas de vida se les proporciona medicamentos contra el VIH para reducir aún más los posibles riesgos de exposición al virus durante el parto.
Cómo hemos visto en las formas de contagio, la leche materna es una de ellas. Por eso en estos casos se recomienda la lactancia artificial. Si estás buscando un bebé lo mejor es hacerse las pruebas del VIH. Podemos tener el virus y no tener ningún síntoma, por eso la única forma de saberlo es haciendo las pruebas de detección.
La prevención es vital
La prevención es vital para protegernos del VIH. Para ello es necesario más información sexual de los riesgos de contraer enfermedades de transmisión sexual si no se usan preservativos, evitar embarazos no deseados y tratamiento para las personas que lo tengan.
Debemos perder el miedo a realizar las pruebas del VIH. Gracias a ellas no solo salvamos nuestra vida, sino también las vidas de muchas personas con las que estamos expuestos y también para evitar que nuestros hijos la padezcan, impidiendo que se propague.
Porque recuerda… un diagnóstico precoz puede salvarte la vida.