¿Cuáles son los trastornos digestivos más comunes durante los 9 meses de embarazo y cuáles son los consejos para prevenirlos? Desde los primeros días de embarazo, algunas hormonas actúan sobre el organismo materno para crear las mejores condiciones para el desarrollo del embrión. Entre ellas se incluyen la gonadotropina coriónica humana, el estrógeno y la progesterona que inducen la relajación de los músculos involuntarios, para proteger el útero del riesgo de contracciones dañinas.
Éstas también relajan los músculos involuntarios del sistema digestivo, y la comida ingerida permanece más tiempo en el estómago, provocando hinchazón y una sensación de saciedad. El contenido gástrico tiende a subir al esófago, fenómeno que toma el nombre de Reflujo gastroesofágico, y suele hacerlo con ardor y náuseas.
De igual forma, el contenido del intestino ralentiza su tránsito, dando lugar al estreñimiento. En el tercer trimestre, el aumento de volumen del útero implica el desplazamiento hacia arriba del estómago y la inclinación del esófago. Este factor también contribuye al reflujo de material gástrico, la sensación de ardor y las náuseas. Aquí os dejamos algunos consejos para ayudar a aliviar estos trastornos digestivos.
Náuseas: las formas leves son muy comunes
Es tan frecuente en las primeras semanas de embarazo que se considera uno de los signos típicos del inicio del embarazo. La forma leve del trastorno afecta al 70-80% de las futuras madres. En cambio, las formas más graves son raras, con vómitos frecuentes, dificultad para alimentarse e hidratarse: la llamada hiperémesis gravídica.
Si las náuseas son leves y no van acompañadas de vómitos, en la mayoría de los casos basta con tomar algunas precauciones en la alimentación para paliar las molestias: dividir las comidas, evitar comidas pesadas, como frituras y grasas animales que requieren digestión prolongada, consumir hidratos de carbono por la mañana nada más levantarse para amortiguar la acidez en el esófago, no beber con el estómago vacío...
¿Se pueden usar productos naturales?
Los suplementos de vitamina B6 y jengibre también pueden ayudar. Hace décadas, algunos estudios en animales de laboratorio sugirieron que consumir jengibre durante el embarazo aumentaba el riesgo de malformaciones, pero desde entonces han sido refutados. El jengibre es seguro. Es difícil evaluar con precisión su eficacia, ya que se puede consumir de diferentes formas: raíz fresca, raíz seca en polvo, como tisana, y cada preparación contiene diferentes porcentajes del ingrediente activo. Sin embargo, hay muchas mujeres que aseguran beneficiarse de ello.
¿Qué ocurre si tienes hiperémesis gravídica?
A las mujeres afectadas por hiperémesis gravídica, las formas más graves de náuseas, se les administra un goteo de solución fisiológica y sales minerales . Una ayuda para compensar el desequilibrio que producen los vómitos repetidos. También se administran medicamentos para inhibir las ganas de vomitar.
En primer lugar antihistamínicos, los más seguros en el embarazo. Si esto falla, se puede probar la metoclopramida, que promueve la motilidad del sistema digestivo y acelera el vaciado del estómago. A veces se utilizan fármacos neurolépticos, que también actúan sobre el centro del vómito. Todos estos medicamentos están reservados para las situaciones más graves y requieren receta médica.
Reflujo: medidas seguras y fármacos en 9 meses
Las náuseas son un pariente cercano de la acidez estomacal por reflujo, debido a la inflamación del revestimiento del esófago a medida que el contenido gástrico pasa por el estómago. También en este caso, los responsables son las hormonas que ralentizan la digestión y el útero voluminoso que comprime el estómago desde abajo.
Para prevenir el trastorno, es aconsejable dividir las comidas en muchos refrigerios pequeños, para no llenar completamente el estómago.Ademá es mejor optar por alimentos de digestión rápida, evitando grasas animales, salsas, cremas y condimentos más pesados.
Lo repetimos siempre, pero es que hay que andar…
Después de la cena, es útil dar un paseo antes de acostarse, ya que la posición acostada favorece el reflujo. No es casualidad que esta sea la situación en la que se presenta con mayor frecuencia la acidez estomacal. La cama puede equiparse con una almohada adicional para insertar debajo del colchón en el lado de la cabeza: esta inclinación sirve para facilitar el descenso de los alimentos al estómago y dificultar su ascenso.
¿Qué medicamentos pueden ayudar a combatir estos trastornos digestivos sin riesgo para el feto?
Aquellos a base de bicarbonato de sodio, que realizan una acción química: neutralizan la acidez del material gástrico, protegiendo la mucosa del esófago, sin ser absorbidas por el sistema digestivo y por tanto sin efectos para la salud del feto. Otros medicamentos que modulan la producción de ácidos en el esófago, los bloqueadores de los receptores H2 y los inhibidores de la bomba de protones, solo pueden usarse bajo prescripción médica del ginecólogo, que evalúa la relación entre riesgos y beneficios caso por caso. Algunos estudios no concluyentes han sugerido que los inhibidores de la bomba de protones pueden aumentar el riesgo de asma de un niño, por lo que se necesita precaución.
Si el intestino es lento
El movimiento físico y la atención a la dieta, con una mayor ingesta de fibra y líquidos, son los primeros pasos a seguir para adoptar un estilo de vida respetuoso con el intestino, que previene trastornos digestivos como distensión abdominal, dolor de estómago y estreñimiento. Se puede usar un laxante si es necesario, pero solo ocasionalmente, en presencia de un trastorno específico. El uso prolongado de laxantes con el tiempo puede dar lugar a situaciones de dependencia, por lo que el intestino ya no es capaz de realizar sus funciones normales, si no es con la ayuda de fármacos.
¿Cuáles son los laxantes que se pueden tomar con seguridad durante el embarazo? Los de «tipo osmótico ”, es decir, los que funcionan recuperando agua en el intestino y ablandando las heces, como el PEG o el polietilenglicol, que no es absorbido por las paredes intestinales y por tanto no tiene efecto en el feto y además no provoca inflamación de la mucosa intestinal. O también está la lactulosa, con funcionamiento similar.
Trastornos digestivos en el embarazo: cuidado con los kilos de más
El aumento de peso excesivo durante el embarazo promueve todos los trastornos gastrointestinales. Es por esto que mantener un buen control de la alimentación y un estilo de vida activo ayuda a prevenir y aliviar las náuseas, la acidez estomacal, la inflamación intestinal y el estreñimiento, además de ser absolutamente beneficioso para la salud de la futura mamá y su bebé.