El ábaco está considerado como la calculadora más antigua que existe, puesto que cuenta con más de 2000 años en su haber. Este, es un instrumento ideal para introducir a los niños en el mundo de las matemáticas de una forma sencilla y divertida. Y puesto que el juego es la mejor manera de enseñar a los niños, este tipo de herramientas son fundamentales para esta tarea.
Para que los niños comprendan el concepto de contar, es necesario apoyarse en cosas concretas y visuales. Y para ello, no hay nada mejor que el ábaco. Además de aprender a contar, podrán descubrir otras cosas como los colores o los números. Incluso para los bebés, el ábaco es un juguete muy llamativo por su colorido y su forma de manipular las cuentas de colores. Por lo que nunca es demasiado pronto para darle un ábaco a tus hijos.
Qué es un ábaco y para que sirve
Existen muchos tipos de ábaco pero por lo general, suelen estar compuestos por 10 hileras con 10 cuentas en cada una de las barras. El ábaco europeo, consta de 10 hileras situadas en posición horizontal, algo diferente al ábaco oriental que se coloca en vertical y es posible encontrarlo con tan solo 5 hileras de bolas.
El ábaco está formado por una base, generalmente de madera, sobre la que se disponen 10 hileras. En cada una de las barras, hay 10 cuentas o bolas de colores, lo que hacen un total de 100 bolas, que pueden desplazarse por toda la barra de metal. Con el ábaco es posible aprender a realizar cálculos simples, como sumar, restar, multiplicar o dividir. Se trata por lo tanto, de un instrumento ideal para introducir a los niños en el mundo de la aritmética.
Aunque el ábaco es perfecto para cualquier niño, independientemente de su edad, ya que como decíamos, para los bebés resulta un juguete muy llamativo y divertido, está indicado para niños a partir de 3 años. A partir de esa edad, pueden empezar a comprender el concepto de contar. Con niños de hasta 5 años, lo ideal es jugar con la decena. Cuando ya son más mayores, con 6 o 7 años, se puede introducir la centena.
Cómo utilizar el ábaco aprender a contar
Con los niños de unos 3 años, puedes comenzar a introducir términos como mucho,poco, nada, algunos, derecha o izquierda. A pesar de que al principio no lo entenderá, será una buena base para su futuro aprendizaje. Pídele al niño que deslice las bolas de un lado hacia el otro, aprovechando para enseñarle los colores y los primeros números.
A partir de los 4 años, ya puedes pedirle que separe en cada hilera el mismo número de bolas, mencionando a la vez los colores para reforzar así esa lección. También puedes mostrarle una cantidad concreta de algún material, puedes usar sus juguetes, cartas o bloques. Cuéntalos en voz alta y pídele que aparte las mismas bolas en el ábaco. Ve añadiendo piezas a tu montón y así el niño, tendrá que ir añadiéndolas a su montón de bolas en el ábaco.
Cómo aprender a realizar operaciones
Los niños mayores de 5 años ya son capaces de entender el concepto más abstracto de contar, por lo que pueden empezar a realizar operaciones matemáticas sencillas. Primero puedes mostrarle dos montones con monedas, por una parte monedas de 1 euro y en otro montón, monedas de 50 céntimos. Los números de monedas que pongas, deben ser siempre los que el niño ya conoce.
Ahora pídele que en una hilera, deslice las bolas correspondientes al número de monedas de 1 euro. En otra hilera, tendrá que mover las cuentas que correspondan con el número de monedas de 50 céntimos. Aprovecha para introducir la suma y la resta. ¿Cuántos euros tengo si quito una moneda de euro del montón?
El ábaco también te servirá como apoyo visual para enseñarle a tu hijo el concepto de mayor que, y menor que. Por ejemplo, si el tiene 5 años y su hermanito tiene 3 años, ¿quién es mayor de los dos?. Ver la cantidad de bolas correspondiente a cada edad de los niños, le ayudará a comprender este concepto.