Tus hijos necesitan sentir la sensación del control para poder evolucionar correctamente y disfrutar de una vida llena de decisiones correctas. Pero es algo que deben aprender y tú debes darle el espacio que necesitan para que lo consigan.
Si quieres motivar a tus hijos, deben sentir que tienen el control de sus vidas. Estar motivado proviene de saber que puedes moldear tu futuro a través de las acciones que tomas hoy. Pero si los niños sienten que sus padres tienen el control completo (o casi completo), tendrán poca motivación.
Algunos padres se ciernen sobre sus hijos. Microcontrolan hasta el último detalle de la vida de sus hijos. El resultado es que los niños nunca desarrollan la sensación de que son responsables de su educación y sus vidas. Al empoderar a tus hijos, desarrollarán un sentido de autonomía y responsabilidad. Habla regularmente con tus hijos sobre las expectativas y las consecuencias.
Como padre, es seguro que tendrás expectativas en tus hijos. Por ejemplo, puede esperar que mantengan su habitación ordenada, y puede haber consecuencias por no hacerlo. Aprender a ser responsables en un área (mantener la habitación ordenada) les motiva a ser responsables en otras áreas de la vida, como estudiar.
Con este enfoque, aún necesitas involucrarte en la vida de tus hijos. La diferencia es que, en lugar de desplazarse y microgestionar todo, creas límites alrededor de la participación. Por ejemplo, puedes dejar en claro a tus hijos que estás disponible para responder preguntas relacionadas con la tarea todas las noches entre las 8 p.m. y las 9 p.m.
De esta manera, tus hijos desarrollarán la capacidad de motivarse. Sabrán que solo ellos son responsables de asegurarte de que su tarea se haga. Por el contrario, considera a los niños cuyos padres los regañan todos los días para hacer su tarea. Esos niños no desarrollarán la capacidad de motivarse.
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