Si quieres ser un buen modelo a seguir para tus hijos tendrán que tener un sano equilibrio de diversión y responsabilidad. Esto significa que si haces algo que sabes (porque en el fondo de ti lo sabes) que no es un buen modelo para un niño pequeño, simplemente, deja de hacerlo. Hacer cosas poco saludables como beber alcohol o tener comportamientos de riesgo, es un mal ejemplo para los niños.
Si sientes que tienes un mal hábito que debes dejar o que participas en actividades inapropiadas, lo mejor que puedes hacer es buscar ayuda de un profesional y salir de eso. Puedes conseguirlo, tú eres capaz de ser el mejor modelo para tus hijos si te lo propones y si realmente quieres hacerlo. Habla con tu pareja, con personas de confianza, evalúa esos hábitos que piensas que no son un buen ejemplo.
Quizá, por ejemplo, si bebes alcohol y te emborrachas, aunque tus hijos no te vea, se darán cuenta porque tu comportamiento cambia con el alcohol, incluso tu personalidad. Quizá necesites una forma de desconectar, de encontrar tiempo para ti, de estar con tu pareja, de disfrutar de más tiempo de calidad con tu familia. Tienes que decidir qué es lo que mejor va contigo con un equilibrio sano de diversión y responsabilidad, tus hijos merecen eso de ti. Tienes que ser honesto contigo mismo/a y saber qué necesitas para estar bien emocionalmente, para dejar hábitos destructivos a un lado.
La relación con tus hijos es lo más importante que tienes en tu vida, y es necesario que trabajes en ello para ser un buen modelo a seguir para ellos. Tus hijos te necesitan feliz y sano tanto física como emocionalmente. Si hay algo en tu vida que está impidiendo tu conexión emocional y estrecha con tus hijos, es hora de evaluarlo y cambiarlo.