La actriz Úrsula Corberó vive los últimos compases de su embarazo con la prudencia que la caracteriza, mientras crece el interés por saber dónde dará a luz a su primer hijo con Chino Darín. En plena recta final de su embarazo, su entorno ha mantenido un perfil bajo, aunque los movimientos recientes de la pareja han reavivado las quinielas.
En redes sociales, la intérprete compartió una imagen relajada, tumbada en un sofá blanco y dejando ver su vientre ya muy avanzado, acompañada del escueto y divertido «Huhuhu». Entre sus casi 20 millones de seguidores, la publicación desató ternura y curiosidad a partes iguales, reflejando la expectación que genera esta etapa.
Una recta final tan discreta como mediática
Aunque celosa de su vida privada, Corberó no ha podido evitar que su tripita centre miradas en sus últimas apariciones públicas. En alfombras como la Fashion Week de París, ha optado por estilismos que abrazan la maternidad con naturalidad, sin necesidad de grandes alardes.
Ese equilibrio entre discreción y foco mediático se ha mantenido en sus salidas cotidianas, con imágenes espontáneas que subrayan una recta final serena, lejos del ruido, y compatible con sus compromisos profesionales.
¿España o Argentina para el nacimiento?
En días recientes, la actriz fue vista en una cafetería de Colegiales, muy cerca de Palermo (Buenos Aires). Ese detalle encendió la especulación sobre la posibilidad de que decida dar a luz en Argentina, país natal de su pareja.
Sin embargo, la voz más autorizada del entorno familiar ha enfriado esa hipótesis. Ricardo Darín, padre de Chino y futuro abuelo, explicó en el programa argentino «Agarrate Catalina»: «Creo que está previsto que el nacimiento sea en España», añadiendo con cautela que «la naturaleza a veces tiene sus propios planes» y que la pareja baraja opciones porque viajan con frecuencia por rodajes.
Así, el plan principal apunta a España, sin descartar escenarios alternativos en función de agendas y circunstancias. No hay contradicción: la familia mantiene un esquema flexible, con la salud de la madre y el bebé como prioridad absoluta.
La voz de la familia Darín
El propio Ricardo Darín, actualmente en España con la obra «Escenas de la vida conyugal», se mostró feliz por el momento que atraviesa el clan: «Estamos muy contentos y expectantes», dijo, destacando que siguen cada etapa del proceso con ecografías y controles médicos habituales.
Con su humor característico, el actor argentino bromeó sobre el papel que jugará a partir de ahora: «El peor abuelo. Voy a hacer todo lo que no se puede hacer», un guiño cómplice que pone de relieve el ambiente relajado y la ilusión familiar en torno a la llegada del bebé.
El entorno profesional y las muestras de cariño
Compañeros de profesión también han querido enviar sus buenos deseos. Jaime Lorente, con quien compartió set en «La casa de papel», le dedicó un mensaje afectuoso: «Le deseo lo mejor del universo a ella y a toda su familia», confirmando el contacto con la futura madre.
En paralelo, el foco mediático se alimenta de la trayectoria reciente de Corberó. Títulos como «La casa de papel», «El cuerpo en llamas» o «Chacal» mantienen su perfil en lo más alto, mientras sus elecciones de vestuario evidencian una maternidad visible y segura, acorde con su estilo.
Claves que marcan esta etapa
En este tramo final conviven la curiosidad pública y la voluntad de privacidad de la pareja, que prioriza tiempos y bienestar. Estas son las coordenadas más relevantes que ayudan a entender la situación actual:
- Plan principal: dar a luz en España, sin cerrar otras opciones por agenda y viajes.
- Presencia reciente en Buenos Aires, que alimentó dudas sobre el lugar del parto.
- Seguimiento médico habitual y un entorno familiar ilusionado.
- Mensajes de apoyo de colegas y una exposición pública medida.
Con todas las miradas puestas en el calendario, el detalle que sí parece firme es el deseo de transitar estos días con calma y sin sobresaltos, permitiendo que el nacimiento se produzca donde resulte más conveniente para la madre y el bebé.
Mientras avanza la cuenta atrás, la foto fija es la de una pareja que gestiona con discreción un momento íntimo y feliz, con el parto previsto en España y margen para adaptarse a lo que venga: la mejor muestra de que la recta final se vive con cabeza, corazón y todas las opciones sobre la mesa.