Hasta que no somos adultos no valoramos aquellas vacaciones con los abuelos y los tíos en un ambiente más relajado que en la ciudad. Todavía hay niños que pueden disfrutar de esta idea, que para otro es puro romanticismo. La cuestión es que irse de vacaciones con los abuelos, ya sea en un viaje organizado, o con ellos al lugar de origen de la familia, es siempre un motivo de alegría.
Es una ventaja para los niños, que tendrán un contacto más cotidiano con los abuelos; para los abuelos, quienes recibirán todo el cariño de sus nietos, y ¿por qué no decirlo? También para los padres que podrán disfrutar de unos días a solas.
Índice
Flexibilidad para pasar unas vacaciones con los abuelos
Si hemos decidido que nuestros hijos pasen unas vacaciones con los abuelos, lo primero es consultarlo con ellos. Quizás no estén en un buen momento de salud, o tengan programado un viaje, o sencillamente ellos no estén dispuestos a hacerse responsable de nuestros hijos por unos días o meses, Como padres debemos recordar que la función de los abuelos no es hacerse cargo de los nietos.
También hay que conocer el carácter de los abuelos, y los niños. Si no pasan mucho tiempo con ellos habitualmente puede ser un reto que tanto unos como otros se adapten. Es muy importante que los abuelos comprendan que el niño está de vacaciones, y que el ritmo y las reglas de todo el año deben relajarse. Esta relajación en las reglas, no implica ausencia de ellas. Los padres, los niños, si ya son algo mayores y los propios abuelos, tendrán que consensuar las pautas. Así el niño tendrá libertad, pero también responsabilidad y respeto.
El verano es un momento ideal para que nietos y abuelos compartan momentos muy satisfactorios, pero también puede haber conflictos. Saber gestionarlos por parte de los adultos es imprescindible.
Vacaciones en la casa habitual de los abuelos
Como comentábamos al principio es muy distinto si tus hijos se van de vacaciones al lugar donde habitualmente viven los abuelos, pero no en el que viví vosotros, que si se trata de un viaje organizado con los abuelos. Si es el primer caso, el hecho de que vivan en otro sitio levantará la curiosidad del niño. Está bueno contarle al niños anécdotas, historias, y lugares de esa población, que incluso tú misma has vivido de pequeña.
Lo más habitual es que los abuelos no cambien su ritmo de vida porque el niño está en la casa. Ellos, tanto los abuelos como los niños, tendrán que acostumbrarse a esta nueva rutina, horario de comidas, la siesta, ir al huerto, pasear con las vecinas. En la mayoría de los casos son estos recuerdos los que van a pervivir de adulto.
También podéis buscar la opción de que en la misma ciudad o zona el niño vaya a talleres, o cursos, que no implique estar siempre con los abuelos, y que le permita conocer a niños de su edad.
Vacaciones organizadas con los abuelos
Cuando los nietos son algo mayores, digamos a partir de los 10 u 11 años, hay muchos abuelos que se ofrecen para llevárselos de vacaciones. En este caso puede ser hacer un crucero con ellos, ir a un hotel, a un apartamento, o en caravana. Dependerá de la modalidad que hayan elegido los abuelos que veas interesante o no que el niño le acompañe.
Si se trata de un viaje organizado es más fácil que entre todos busquéis las excursiones, o visitas a los monumentos. Quizás el abuelo quiere ir al Museo Naval, pero a tu hijo o hija le intteresa más la pintura. Es importante que el niño exponga también su opinión sobre lo que quiere hacer, o lo que espera de ese viaje.
Pasar tiempo con los abuelos implica pasar tiempo de mucha calidad, los niños se sienten seguros y muy queridos por ellos. Se sienten escuchados y comprendidos y buscan en los abuelos una protección diferente de la que les ofrecen los padres. Los abuelos y las abuelas, son muy buenas narradoras y los niños suelen aprenden mucho de ellos. Este será el mejor de los recuerdos, que quizás hasta que no sean adultos no lleguen a valorar, pero ese tesoro siempre estará con ellos.
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