Si quieres que la vajilla del bebé se mantenga perfecta durante mucho tiempo, es muy importante que sepas cómo cuidarla correctamente. Además de evitar que se dañe, un buen mantenimiento de la vajilla de tu bebé es esencial para evitar que el pequeño sufra daños. A continuación te explicamos cómo debes limpiar y proteger bien los platos y útiles que utilice tu bebé.
El mantenimiento de la vajilla del bebé
Según los expertos, que el bebé tenga sus propios útiles para comer, es una excelente forma de hacer que el pequeño tenga una buena relación con la comida. Se trata de una forma de aprender, de ayudar a tu hijo a ser más independiente y de fomentar su autonomía. Los bebés que tienen su propia vajilla, con sus personajes favoritos o los colores que más llaman su atención, se sienten más motivados a terminar lo que tienen en el plato.
Generalmente, la vajilla del bebé suele venderse en un conjunto e incluyen un juego de platos, cubiertos con puntas redondeadas y un tamaño adecuado para los bebés y un vaso de aprendizaje. Todas estas herramientas, ayudan al bebé a sentirse mayor, además de fomentar la imitación y ayudarlo así en su proceso de maduración. Por lo que se trata de algo importante, aunque no estrictamente necesario.
A la hora de lavar los útiles de comer de tu bebé, debes tener ciertos cuidados para asegurarte de eliminar correctamente posibles bacterias que proliferan en este tipo de utensilios. Al contrario de lo que se suele hacer en muchos casos, la vajilla del bebé debe lavarse independiente del resto de utensilios de cocina. Esto es porque el sistema inmune del bebé no está completamente desarrollado, por lo que el riesgo de enfermar por alguna bacteria es mucho mayor que en el caso de los adultos.
Consejos para lavar los útiles de comer del bebé
Estos son los pasos que debes seguir para limpiar y mantener libre de bacterias la vajilla de tu bebé.
- Utiliza un cepillo especial: no uses el estropajo que utilices para fregar el resto de la vajilla. Es aconsejable usar un cepillo que no deje residuos, fácil de limpiar y que te permita acceder bien al fondo de los biberones.
- Detergente que no deje residuos: los lavavajillas de uso común, suelen ser muy agresivos para eliminar la grasa de las vajillas. Muy útiles para higienizar bien las vajillas, pero dejan residuos que pueden ser nocivos para el bebé.
- Separa todas las piezas: Cuando vayas a fregar los biberones, debes separar bien cada pieza para lavar y secar por separado. Lo mismo ocurre con los vasos de aprendizaje y otro tipo de utensilios para comer.
- Haz un prelavado: Es decir, mete todas las piezas usadas en agua caliente con unas gotas de jabón y deja así unos minutos antes de proceder al fregado.
- Lavar y secar después de cada uso: Friega a conciencia la vajilla de tu bebé y deja secar las piezas al aire libre. No utilices paños ni otro tipo de trapos que puedan dejar fibras o residuos.
Cuándo cambiar la vajilla del bebé
Los platos, vasos y otros utensilios de comida para bebés tienen una vida en algunos casos muy corta. Suelen estar fabricados en materiales no tóxicos, como la porcelana o melamina. Hoy en día lo más común es encontrar vajillas para bebés fabricadas en melamina, que es un material plástico no tóxico y muy resistente, perfecto para el uso en niños pequeños.
No obstante, los bebés y niños pequeños suelen ser poco cuidadosos con estas cosas y lo más probable es que las usen para uno de sus juegos favoritos, tirar las cosas al suelo para hacer ruido. A los bebés les encanta esto, sobre todo tirar las cosas que más ruido hacen, como los platos. Por lo qué, debes estar siempre muy pendiente de ver si los platos y el resto de la vajilla sufre daños.
Cuando observes que los bordes están dañados, que el material está rajado o abierto, es el momento de cambiar la vajilla. No solo es peligroso para el bebé porque al tocar esas partes pueda cortarse. Es que en esos huecos, es donde más se acumulan las bacterias peligrosas para el bebé. Por lo que en esos casos, aunque quieras limpiar muy bien las piezas, será muy complicado eliminar por completo los riesgos. Ante eso, lo mejor es cambiar esa pieza de la vajilla lo más rápido posible.