En estos días se conmemoran el día mundial del karate y el judo, ambas están consideradas artes marciales. Hoy te queremos contar como la filosofía de muchas de estas disciplinas de defensa y lucha, recuerda que marcial significa militar, pueden contribuir al desarrollo de tus hijos y su formación no solo física.
Son millones de personas las que practican estas artes en todo el mundo, cuyos dos beneficios principales son la disciplina y la autoconfianza. Pero te seguimos contando otros valores que aportarán a tus hijos e hijas.
Breve historia y algunos apuntes de las artes marciales
Estamos hablando de que estas artes nos han llegado al mundo occidental desde Oriente, Japón y China principalmente. Por tanto su origen y su filosofía, como forma de pensamiento ya dista mucho del concepto de lucha que hay en Europa. Una de las características de las artes marciales es que excluyen el empleo de armas de fuego u otras armas modernas.
Si queremos hacer una clasificación de ellas, lo clásico es dividirlas entre sistemas sin armas, lo que sería a mano desnuda, y sistemas con armas, que a su vez están especializadas en un tipo como el arco, la lanza, la espada o los bastones.
Pero no queremos aburrirte con toda esta información, que puedes encontrar en internet para elegir cuál es la práctica que más se identifica con tu niño o niña, sino explicarte los valores que estas artes les aportarán.
Valores que las artes marciales aportan a la educación
Lo primero es la práctica de un deporte con todos los beneficios físicos que esto supone en el desarrollo del niño. Sin embargo a esto, hay que añadirles otras cuestiones, como la adhesión a una filosofía de vida o código de conducta, la codificación de métodos efectivos probados desde hace miles de años, la protección personal, disciplina mental, perseverancia, forja del carácter, respeto y autoconfianza.
Comenzar de niño a practicar taekwondo, judo, kun-fu, karate o cualquiera de las disciplinas orientales proporcionará al niño importantes herramientas que le servirán para templar su carácter, sentirse más seguro y ser más controlado. Lo ideal es que las artes marciales sean enseñadas por alguien que sepa mucho del tema, tenga capacidades pedagógicas, para ganarse la confianza del niño. El profesor o profesora se convierte e en un maestro, que no sólo enseña la parte deportiva, sino que deberá ser un modelo a seguir y un guía los distintos ámbitos de la vida.
Aunque en las artes marciales se utilizan las patadas, golpes, bloqueos, son disciplinas de autodefensa y ataque, no lo olvides, a los niños se les enseña por encima de todo respeto. Aunque durante la clase sueltan mucha adrenalina, se les enseñan que fuera de esta no se ponen en práctica los conocimientos, excepto en caso de necesidad o como medio de defensa. Aquí tienes un artículo complementario sobre cómo desarrollar conductas responsables en los niños.
Edades a las que es conveniente empezar a practicar
Las artes marciales más comunes y recomendadas para los niños son el judo, el karate y el taekwondo. Depende del deporte y la disciplina que elijáis es interesante empezar a una edad u otra. Pero, siempre debe ser una opción compartida entre padres e hijos. De nada sirve apuntar a tu hijo o hija a karate, por ejemplo, si no está de acuerdo. El rechazo es el peor maestro. Te he puesto el ejemplo del karate porque según algunos expertos, sería la primera arte marcial para empezar. Se puede practicar karate a partir de los tres años. Pero si tu hijo prefiere otra modalidad, judo, por ejemplo, se recomiendan los 5 años para comenzar. Y es que en este caso se requiere un nivel de concentración y habilidad mucho mayor, así como capacidad de control.
Esto no es una regla exacta porque hay escuelas que han desarrollado programas para niños más pequeños, de entre dos y cuatro años de edad, que se suelen centrar en la capacidad de concentración, se desarrollan habilidades psicomotrices, como el equilibrio o la coordinación, y enfocan las clases en forma de juego.