Cuando llega la hora de decidir sobre la educación que recibirán los niños, es importante valorar detenidamente las opciones para encontrar la más apropiada para los pequeños. Muchos padres y madres, con la mejor intención y la mayor ilusión, vuelcan sobre sus hijos grandes expectativas de futuro. Y esto en muchas ocasiones, puede no ser lo más adecuado para el propio niño.
Una de las opciones que se encuentran en auge en la actualidad, es la educación bilingüe. De sobras es sabido que el conocer distintos idiomas aporta grandes ventajas, en el futuro laboral, en las relaciones sociales e incluso, a la hora de viajar y conocer nuevas culturas. También es cierto que los niños pequeños son como esponjas, capaces de absorber todo tipo de información. Pero, ¿todos los niños están preparados para recibir una educación bilingüe?
En qué consiste la educación bilingüe
La educación bilingüe, consiste en un modelo de enseñanza donde todo se enseña en dos idiomas de forma simultanea. Los niños que reciben una educación bilingüe, deben aprender a manejarse en ambos idiomas, a la vez que aprenden y estudian el resto de asignaturas. Por lo tanto, se trata de una educación muy exclusiva, que requiere de mucho esfuerzo y sacrificio, tanto por parte de los niños como de los propios padres.
Antes de elegir este tipo de educación para tu hijo, debes valorar si es la mejor opción para él. No se trata de una simple cuestión de tener más o menos capacidades, esta enseñanza requiere de una implicación absoluta por parte de los padres. Si quieres conocer algunas de las ventajas y desventajas para ayudarte a tomar esta decisión, vamos a repasar las más importantes.
Las ventajas de la educación bilingüe
- Los niños bilingües adquieren un nivel muy alto del idioma, incluso a nivel nativo. Esto supone una gran ventaja en cuanto a su futuro laboral, que hoy en día se basa en gran parte en el conocimiento de diversos idiomas.
- Les facilita el aprender otros idiomas. Generalmente, los niños que reciben una educación bilingüe, tienen mayor facilidad para asimilar diversos idiomas.
- Recibir una educación bilingüe, ayuda a los niños a ser más receptivos frente a otras culturas y a comprender mejor la pluralidad del mundo globalizado.
- Aprender un idioma es mucho más sencillo para un niño que para un adulto. Los niños tienen la capacidad de asimilar conceptos, sin sentir pudor al hablar ante iguales.
- Podrán adquirir un vocabulario complejo y serán capaces de comunicarse perfectamente en otros idiomas.
Las desventajas de la educación bilingüe
- Enfrentarse a una educación bilingüe supone un importante reto para los niños. Es posible que no logren alcanzar un nivel satisfactorio en alguno de los idiomas. Esto puede llevar al niño a diversas situaciones problemáticas, fracaso escolar, miedo a decepcionar a sus padres, incluso, pueden llegar a aborrecer la escuela ante la presión a la que se ven sometidos.
- Los niños que crecen con dos idiomas, pueden tener los mismos problemas en cuanto al desarrollo del lenguaje. En este caso, sería mucho más complicado de corregir ya que lo más probable es que necesitase realizar una terapia en varios idiomas.
- La educación bilingüe requiere de un mayor esfuerzo por parte del niño, esto puede comprometer su infancia y sus relaciones sociales.
Además de lo mencionado, es importante tener en cuenta que el sistema educativo actual obliga a los niños a estar en un mismo nivel. En la educación bilingüe, muchas clases se imparten en el segundo idioma y se espera que todos los alumnos estén al mismo nivel de dicho idioma extranjero. Esto puede provocar que, niños que en castellano podrían sacar notas muy altas en diversas asignaturas, no logren superar la materia como consecuencia de un nivel inferior de comprensión del idioma extranjero.
Por lo tanto, aunque pienses que es lo mejor para el futuro de tu hijo y quieras ofrecerle la mejor educación posible, antes debes valorar cuáles son sus capacidades actuales. Quizá tenga facilidad para los idiomas y disfrute aprendiéndolo a un ritmo normal. Pero también debes valorar su nivel de madurez emocional, su compromiso con los estudios y sus propias necesidades.
Me temo que hay muchos lectores que pueden sacar la conclusión errónea de que el artículo se refiere a la «educación bilingüe» que se imparte en centros públicos, cuando no es así.
Los niños escolarizados en centros públicos «bilingües» no se convierten en «bilingües», y ni de lejos «adquieren un nivel muy alto del idioma, incluso a nivel nativo».
Creo que el artículo está más basado en lo que supone la educación bilingüe en comunidades en las que realmente hay hablantes de los dos idiomas. Puede ser el caso de niños de familias hispanas en Estados Unidos, o sin ir tan lejos en Comunidades Autónomas aquí en España con dos lenguas oficiales. En Madrid, por ejemplo, no aplicaría lo explicado en el artículo, salvo en niños cuyos padres tuviesen una lengua materna distinta a la oficial del país.