Vínculos emocionales con el bebé

Durante una actividad de recreación, varios niños de entre 9 y 11 meses, comparten el espacio y los recursos de entrenamiento. Si los observamos atentamente, veremos en cada uno de ellos conductas de socialización diferentes. Diego, gatea por todo el espacio, se acerca sin miedo a sus compañeros. María, se mantiene apartada en un rincón, llorando. Juan, explora tímidamente, pero siempre vuelve a su lugar. Pedro, patalea porque quiere un juguete que comparten otros niños.

La herencia genética explica muchos de estos comportamientos, ya que tan temprana edad, las familias aún no han influido determinadamente en las modificaciones de los rasgos de personalidad. El temperamento se hereda, pero también se educa.

¿Qué hacer para ayudar a nuestros hijos a crear patrones sociales positivos? Participa de la trivia y descubre como mejorar tus vínculos con tu bebé.

A continuación, te invitamos a participar en la siguiente trivia. Elige, entre las opciones, verdadero o falso, aquella que mejor refleje tu opinión sobre la afirmación presentada.

1.- La experiencias que vivimos, en el día a día, no inciden en el modo de funcionamiento de nuestros genes. V o F

2.- Las relaciones socialmente inteligentes actúan de forma semejante a las vitaminas, nos sostienen en tiempos difíciles y nutren a diario. V o F

3.- La comunicación empática de doble vía, requiere de la habilidad para inferir los pensamientos y sentimientos no verbalizados por la otra persona. V o F

4.- Los hombres superan a las mujeres en la capacidad para sentir lo que otros sienten. V o F

5.- La sincronía de la madre ante las señales no verbales de su bebé, estimula en éste un comportamiento similar; la comunicación entre ellos crea un circulo de retroalimentación mutua, – que los conecta emocionalmente, y lo habilita para establecer relaciones positivas, en el futuro. V o F

6.- La forma en que los padres tratan a sus hijos deja su marca genética, más allá del ADN que les transmiten. V o F

7.- La herencia genética de un niño determina la forma en como los demás lo tratan. V o F


8.- Un lazo emocional saludable con los padres es uno de los ingredientes vitales en el bienestar del niño. V o F

9.- Los bebés que persisten exitosamente en el restablecimiento de la comunicación con su madre, tendrá un mejor desenvolvimiento social a largo plazo. V o F

10.- La afinidad aumenta la creatividad y eficiencia. V o F

11.- La alegría en el contexto de las relaciones sociales es crítica para establecer senderos cerebrales propios a esta emoción. V o F

12.- La sobreprotección suele ser una forma de privación. V o F

Resultados

1.- Falso: La crianza de un niño confiado o compasivo, no es consecuencia única de la herencia de un grupo de genes. Más bien, está determinada por las conexiones emocionales – positivas, establecidas con los padres u otras experiencias sociales apropiadas. Esta combinación asegura que los genes adecuados actúen de la mejor manera posible. Las experiencias que vivimos, en el día a día, cambian el modo de funcionamiento de nuestros genes, aunque no alteran la secuencia del ADN.

2.-Verdadero: Hallazgos científicos en el campo de la neurociencia muestran que las relaciones nutritivas, son consideradas universalmente como determinantes de una «saludable vida emocional». La delicada capacidad de respuesta social del cerebro, exige tomar en cuenta las emociones, nuestra genética esta dirigida y moldeada, para bien o mal, por las conexiones sociales que establecemos a lo largo de la vida, a la vez somos emocionalmente responsables por la forma como afectamos a los otros.

3.-Verdadero: En los primeros meses de vida de nuestros hijos, el dominio de esta habilidad es clave. Es decir, estar conscientes y atentos, permite una mayor empatía,- percibir las emociones del otro, de modo tal que como padres podamos inferir las conductas que mostrará el niño. Esta sabiduría social se observa comúnmente en personas capaces de «leer» no sólo lo que se dice, sino los gestos, posturas y tonos de voz del que habla, sintonizando emocionalmente con sus mensaje.

4.-Falso:
En investigaciones realizadas, las mujeres tienen «coeficiente de empatía» superiores al de los hombres, y mejor capacidad para percibir lo que otra persona siente o piensa. Los hombres aventajan a las mujeres cuando se trata de pensar en sistemas, por ejemplo en pruebas de habilidad intuitiva en mecánica o detectar figuras ocultas entre diseños complicados.

5.-Verdadero: Investigaciones realizadas con niños que presentan problemas de adaptación en la escuela, revelan que estos generalmente tienen dificultades para sintonizar emocionalmente con los otros. Su repertorio gestual muestra, entre otros, comportamientos como: no miran directamente a las personas que les hablan, se acercan demasiado, tienen expresiones faciales que no van con su estado emocional o parecen no conectarse con los que sienten los demás. Los múltiples y repetidos fracasos en comprender las señales no verbales, puede tener efectos a largo plazo. Cuando se repiten durante la infancia, estos patrones configuran el cerebro social de manera que al niño se le dificulta en establecer relaciones emocionales positivas. Actualmente existen programas de aprendizaje para superar estas carencias.

6.- Verdadero: LA forma en que tratamos a nuestros niños, determinará los niveles de actividad de sus genes. Este hallazgo sugiere que los pequeños actos de afecto parental pueden dejar profundas huellas y que las relaciones tienen un rol en la guía del continuo rediseño cerebral.

7.-Verdadero: Por ejemplo, los padres tienden a mimar y a tener mayor contacto afectivos  con un bebé amable, que con un irritable y difícil. En este último caso, los padres tienden a responder de la misma manera, con disciplina severa, órdenes criticas y enojos. Este circulo vicioso profundiza, la reacción del niño, que a su vez estimula la negatividad de los padres. De acuerdo con investigaciones realizadas, el efecto, la forma de establecer límites, o un sinnúmero de otros factores que definen la dinámica familiar, ayuda a fijar la expresión de muchos genes.

8.-Verdadero: Virtualmente desde el nacimiento, los bebés no son pasivos, sino comunicadores activos en busca de lograr sus objetivos: inmediatos y urgentes. El mensaje de ida y vuelta emocional entre un bebé y la persona que lo cuida representa un línea vital, para satisfacer sus necesidades básicas. Los bebés son pequeños expertos en conducir a sus cuidadores, -a través de un elaborado sistema de contacto y rechazo visual, sonrisas y llantos-, a atender sus requerimientos. Cuando carecen de contacto social, los bebés se tornen tristes y desdichados, se sienten abandonados, provee el fundamento para una vida social competente.

9.-Verdadero: Esta habilidad les da a los niños la percepción de que las interacciones humanas son reparables; creen contar con la capacidad para arreglar las cosas cuando algo ha dejado de estar en sintonía. Así, comienza a desarrollarse el andamiaje – que durará toda la vida-, sobre la percepción de si mismos y de sus relaciones. Estos niños crecen considerándose efectivos, capaces de tener interacciones positivas y de repararlas si éstas sufren cambios. Asumen que los demás son interlocutores confiables y creíbles.

10.-Verdadero: La afinidad implica atención mutua, sentimientos positivos compartidos y un dueto no verbal coordinado. Cuando dos personas atienden lo que el otro dice y hace, generan una sensación de interés mutuo. Esta atención impulsa buenos sentimientos compartidos, evocados por el tono de voz y la expresión facial, resonancia emocional, – sintonía con los sentimientos del otro, coordinada a través del ritmo de la conversación y los movimientos corporales.

11.-Verdadero: Cada uno de nosotros tiene un temperamento innato que nos torna más o menos susceptibles a tener días felices o tristes. Investigaciones recientes vinculan el tipo de cuidado que recibimos cuando somos niños, con la capacidad para sobreponernos a las dificultades de la vida. Adultos con mayor capacidad de recuperación y con buen humor recordaban haber tenido una crianza familiar donde prevalecían el afecto, la atención y la consideración empática a sus necesidades.

12.-Verdadero: Algunos padres sostienen la idea de evitarles a sus hijos cualquier situación estresante. Creencia que no sólo distorsiona la realidad sino el modo como el niño aprende a ser feliz. Investigaciones realizadas, revelan que para un niño, es mas importante aprender a resolver problemas emocionales que la búsqueda de una elusiva felicidad. El objetivo de los padres debe centrarse en ayudar al niño a recuperar por si mismo un estado de bienestar, independiente de o que pueda suceder. Los padres capaces de re-contextualizar un momento desagradable enseñan a sus hijos un método para desmantelar emociones destructivas y seguir adelante. Si en la infancia no aprendemos a lidiar con diversos elementos de vida plural, creceremos sin preparación emocional.


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