Si vas a ser abuela por primera vez estarás tremendamente ilusionada, emocionada y deseosa de conocer a esa nueva persona que llegará a la familia para completarla. Dicen las abuelas que tener un nieto es vivir la maternidad de una forma diferente, más relajada y libre de las cosas negativas de la crianza. Porque las abuelas pueden ser una segunda madre desde el mejor punto de vista, aunque siempre respetando el papel de la madre.
Las primeras veces suelen estar repletas de errores y aprendizajes, algo de lo que no están exentas las abuelas. Porque a veces, el amor, puede volverse un arma de doble filo en este caso. Porque ser abuela es una oportunidad de disfrutar de los niños, pero también es una forma de continuar con la labor de madre, ayudando a la madre, estando a su lado y mostrando el apoyo siempre que lo necesiten.
Ser abuela, una nueva fase de la maternidad
Todo se hace con amor, en eso no cabe duda, pero a veces se sobrepasan límites que pueden causar determinados conflictos. Ser abuela por primera vez es algo ilusionante, porque en un momento de la vida en el que una puede sentirse poco útil, llega un nuevo ser al que darle todo el amor y compañía. Pero saber mantener el segundo plano es fundamental, porque, aunque todo el mundo está deseoso de amar a ese nuevo bebé, la madre y el padre son si cabe las personas que más lo desean en el mundo.
Ser abuela será maravilloso, tendrás la oportunidad de ver crecer a un nuevo miembro de tu familia, podrás enseñarle toda la experiencia de tu vida y podrás disfrutar de grandes momentos en cada una de las etapas de ese pequeño. Necesitarás mucha energía para poder seguir a ese pequeño terremoto y mucha comprensión para entender que quizá, sus padres no hagan las cosas como a ti te gustaría.
Eso es algo muy común y suele causar problemas familiares, aunque se pueden solventar con algo de comprensión y mucho amor. A ninguna madre le gusta que le digan cómo tiene que hacer las cosas, pero todas agradecen la ayuda y el apoyo incondicional. Estos, son conceptos totalmente distintos pero es lo que marcará la diferencia. Puedes aportar tus conocimientos y experiencias, sin imponerlos, y así siempre contarán contigo.
Cómo ayudar en la crianza del nuevo bebé
Con seguridad estarás deseando tener a ese pequeño entre tus brazos, cantarle tus canciones de cuna, criarle con todo el amor con el que criaste a tus propios hijos. Y podrás hacerlo desde un segundo plano, respetando todo lo que decidan sus padres. Pero aportando tu sabiduría para que entre todos se le ofrezca lo mejor a ese bebé. No critiques a los padres, ni les juzgues cuando tomen decisiones, recuerda que ser padre no es tarea fácil.
También puedes ofrecerte a colaborar con las tareas del hogar, de la manera que los padres lo puedan necesitar. Porque a veces, esa ayuda puede parecer algo invasiva especialmente en la intimidad del hogar. Algo que nunca falla es un tupper de comida casera, esa que tanto cuesta preparar cuando se tiene un bebé en casa. Lleva siempre algún recipiente con comida y tus visitas serán siempre bien recibidas.
Eso sí, no aparezcas sin avisar porque todos los padres necesitan un tiempo para habituarse a los nuevos ritmos de la familia. Pregunta primero si es un buen momento para hacer una visita. Respeta los horarios de descanso y limita las visitas mientras que el bebé sea muy pequeño. Recuerda que lo más importante es respetar el espacio y las emociones de las personas, también de las más queridas. Y no hay persona con las emociones más a flor de piel que una madre reciente.
Disfruta de esta nueva oportunidad de vivir la vida de un nuevo miembro desde un segundo plano. Es tu momento para vivir los mejores momentos, las risas, los juegos, los caprichos. Sin tener que sufrir las noches en vela y los peores momentos de la maternidad. Disfruta de ese nuevo nombre que vas a recibir, porque ahora, además del nombre de nacimiento y el de mamá, recibirás el nombre de abuela.