Son muchos los adolescentes que tienen móviles y que usan frecuentemente las redes sociales. Han aprendido a que es un método para estar en contacto constante con familia y amigos. El problema radica cuando utilizan las redes sin responsabilidad alguna, algo que podría traerles serios problemas.
El uso frecuente de las redes puede afectar la salud mental de los adolescentes porque impacta de manera negativa en sus hábitos y les expone a contenidos inadecuados para su inmaduro cerebro. Un estudio publicado en The Lancet Child & Adolescent Health dejó claro que el uso frecuente de las redes sociales puede afectar negativamente a la salud mental de los y las adolescentes.
La razón es que los adolescentes están más expuestos a sufrir bullying y acoso cibernético y además, pueden limitar sus actividades esenciales para un buen desarrollo com es la actividad física, la interacción social o el sueño. Todo esto, cuando queda afectado puede provocar problemas en la salud mental y emocional.
Las redes sociales por sí mismas no causan daño, si no que es el uso negativo que se hace de ellos lo que pueden provocar los problemas. Si existen pautas de uso, un descanso adecuado y no provoca problemas sociales ni físicos, no debería ser un problema su uso. Por este motivo, resulta tan importante que los padres guíen a sus hijos en cuanto a un uso adecuado de las redes sociales y de la tecnología en general.
Los adolescentes necesitan la guía de sus padres para poder interactuar con el mundo, pero en la actualidad, también es necesario hacerlo en el mundo virtual. En este sentido, los padres también deben tener cierta formación tecnológica para que puedan enseñar a sus hijos todo lo necesario para un buen uso no solo de las redes sociales, si no de la tecnología en general… tanto para enseñar sus beneficios como sus potenciales peligros.