A nadie le gusta esperar, especialmente si son niños pequeños. Los niños quieren que se conozcan de inmediato sus necesidades. Si estás criando a niños pequeños sabrás que todo es ‘ahora’, o ‘ya’ para que no se frustren. Por eso es especialmente importante para los padres empezar a enseñar paciencia en los primeros años de vida de sus hijos.
Si quieres que tus hijos desarrollen tolerancia a la sensación de impaciencia (que es algo desagradable para todo el mundo) para que no se porten mal o que actúen impulsivamente, entones tendrás que aprender algunas estrategias.
- Hazle esperar. No hagas todo tan pronto como cuando tu hijo pide algo. Permite que tu hijo sienta la espera aunque sea un momento. No le des un zumo inmediatamente, por ejemplo.
- Dile lo que está sintiendo. Los niños pequeños no son capaces de expresar su frustración por tener que esperar, por eso es importante decirles lo que están sintiendo para que lo entienden y mostrarle elogios cuando muestren paciencia.
- Practicar actividades que promuevan la paciencia. Anima a tu hijo a hacer cosas que no ofrezcan resultados inmediatos, como hacer un puzzle, plantar semillas y ver cómo crece la planta con el tiempo. Asegúrate de que tu hijo no tiene solo estímulos inmediatos como por ejemplo cuando está jugando a la tablet que ofrecen resultados inmediatos con tan solo apretar un botón.
- Jugar a juegos por turnos. Cuando hay juegos y se participa por turnos, hay que trabajar la paciencia en la espera del turno para poder seguir jugando. Juegos tan clásicos como el parchís o las damas son un buen ejemplo, pero hay muchos más.
Cuando se trabaja la paciencia desde que los niños son pequeños se pueden conseguir resultados a largo plazo y aprenderán a que la paciencia puede ofrecer sensaciones muy placenteras y satisfactorias.