En el mes de septiembre vuelven los madrugones, las clases, los extraescolares, los horarios apretados y las prisas. Durante los primeros días de clase los niños se sienten más cansados de lo habitual.
Unas buenas pautas de alimentación son claves en estos momentos de cambio de horarios y adaptación al nuevo curso escolar. La cena es para muchas familias la única comida que pueden compartir. Nada mejor que una cena ligera y nutritiva para reponer energía y ayudarles a tus hijos a descansar bien por la noche.
Claves para disfrutar de una cena ligera, equilibrada y saludable
- Cenar tranquilos, sin prisas y en familia. Lo ideal es que sea el momento del día donde los niños puedan compartir tiempo, risas y experiencias con la familia.
- Opta por cenas ligeras y de bajo contenido en grasas. Las comidas copiosas o muy calóricas dificultan el descanso, especialmente en los niños.
- Es aconsejable planificar las cenas del mes para asegurarnos que estamos cubriendo todas las necesidades nutricionales de nuestros hijos. Las cenas deben ser complementarias a los menús escolares.
- Los expertos en nutrición aconsejan que las cenas incluyan todos los grupos de alimentos: verduras (crudas, en ensaladas o cocinadas), proteínas e hidratos de carbono. Las verduras tienen que estar siempre presenten ya sea en el primer plato o como acompañamiento del segundo.
Algunas sugerencias
Primeros platos
El plato principal de la cena deberá ser a base de verduras 3 o 4 días a la semana. La mitad de ellas crudas. El resto de los días podemos cocinar arroz, pasta, patatas o sopas.
Segundos platos
El menú semanal debe incluir pescado dos días a la semana y huevos (tortilla, revoltijo, huevos pasados por agua, etc.) uno o dos días. El resto de los días podéis alternar carne de cerdo, de ternera y de ave. Recuerda que las reciones no deben ser demasiado abundantes.
De forma ocasional podéis incluir como segundo plato algún producto frito como por ejemplo croquetas o calamares a la romana, o alimentos más calóricos como la pizza.
Postres
La mejor opción son las frutas frescas y los lácteos. Evita los postres con alto índice de azúcar o de grasa en la cena.