Una de las cosas que más nos preocupan a las madres es que nuestros hijos coman bien. Todas queremos que se alimenten correctamente y que reciban el aporte de nutrientes necesarios para su correcto crecimiento y desarrollo. No en vano, la forma en la que nos alimentamos está en gran medida relacionada con nuestro estado de salud. Por eso, es imprescindible que comencemos a sentar las bases de una buena alimentación desde la infancia.
Cada dia surgen nuevos programas dirigidos a que los peques de la casa tengan una nutrición equilibrada. Incluso en algunas escuelas, la nutrición forma parte del proyecto educativo por considerarse un aspecto fundamental en el desarrollo de los niños. Pero no olvides, que los verdaderos responsables de enseñar buenos hábitos alimenticios a los niños, somos las madres y los padres ya que nuestro ejemplo es la clave para que sepan elegir por si mismos, los alimentos que más saludables a la hora de alimentarse.
Claves para enseñar a tus hijos una alimentación saludable
Comed en familia y enséñales con tu ejemplo
Parece obvio que hay que comer en familia, pero muchas veces no lo hacemos. ¿Cuántas veces las prisas nos llevan a ponerles de comer antes a los niños para «dejarlos ya listos»?. ¿O a darles nosotros mismos la comida para asegurarnos de que se lo coman todo y no se manchen?.
La comida en familia incentiva a comer, a charlar, a aprender, en definitiva, a que tus hijos interioricen y aprendan las costumbres alimenticias de casa. Por eso, es fundamental que prediques con el ejemplo y te alimentes de manera sana. De nada sirve decirles lo saludables que son las frutas y las verduras, cuando tú te estás comiendo una pizza precocinada.
Invita a tus hijos a participar en la compra y preparación de las comidas
El supermercado, la frutería, la pescadería o el mercado, son lugares que nos ofrecen excelentes oportunidades para enseñar a los niños los diferentes tipos de alimentos, cuales son más o menos saludables, la importancia de consumir productos locales y de temporada y la responsabilidad y libertad que tenemos a la hora de escogerlos. Participar en la compra les ayuda a tomar conciencia de la importancia de elegir los alimentos más saludables y de hacer un consumo responsable.
Una vez hecha la compra, toca colocar y conservar los alimentos, cocinarlos de la manera más sana y comérselos. Si dejas a tus hijos participar de este proceso, además de divertirse, estarán aprendiendo buenos hábitos alimenticios. Además, al verse parte activa y permitirles tomar parte en las decisiones, será más fácil que prueben y coman distintos tipos de alimentos.
Haz las comidas divertidas y atractivas
No cabe duda de que la comida entra por los ojos. Un plato bien presentado y colorido es mucho más apetecible y agradable. Puedes combinar distintos alimentos o hacer formas con las comidas para hacer tus platos mucho más divertidos. Seguro que tus hijos agradecerán y apreciarán el esfuerzo.
Respeta su apetito
Si tu hijo no tiene ganas de comer no le obligues a terminarse el plato. Ten en cuenta su edad antes de ponerle la comida. La porción para un niño no es la misma que para un adulto. El momento de la comida debe ser agradable. Si estamos continuamente peleando para que coman lo que no les gusta, o para que se terminen todo, terminarán asociando la comida con un tensión y estrés. Es preferible que coman menos, pero que lo hagan de manera equilibrada y saludable.
No seas demasiado estricta con la comida
Comer sano no significa que en alguna ocasión no podáis comer algo «prohibido». No pasa nada si de vez en cuando recurres a una hamburguesa o a un postre azucarado. Lo importante es que sientes las bases de una dieta equilibrada y que tus hijos entiendan la importancia de que la mayor parte de su alimentación sea saludable.
Habla con tus hijos y enséñales las bases de una alimentación sana de manera divertida
Hay multitud de juegos y recursos que puedes usar para que tus hijos aprendan a alimentarse saludablemente. Desde colorear una pirámide de los alimentos, hasta recurrir a las nuevas tecnologías con juegos, canciones o apps para divertirse mientras aprenden.