El trastorno bipolar en niños en otra afección que puede recaer igualmente en los más pequeños, pero surge especialmente en la entrada de la adolescencia. Al igual que en los adultos, este trastorno ocasiona cambios de humor y picos altos y bajos de euforia e hiperactividad, ocasionando en otros puntos aún mas bajos una depresión grave.
Para poder detectar un trastorno bipolar en niños debemos de observar aquellos casos donde su comportamiento es muy extremo y no confundirlo con otros síntomas que pueden derivar a otras enfermedades. Si la indecisión está en tus manos siempre es conveniente acudir a un especialista.
¿Qué es el trastorno bipolar en niños?
El trastorno bipolar en niños es una enfermedad que afecta al comportamiento de cerebro. Se presenta como enfermedad maníaco depresiva y todavía puede caer en la controversia de cómo puede llegar a diagnosticarse a diferencia de otros trastornos psiquiátricos infantiles y más frecuentes.
Este trastorno se puede presentar en cualquier persona, pero en los niños aunque parezca curioso también existe. En un estudio realizado se llegó a demostrar que entre el 10 y 20% de los niños que no alcanzaban los 10 años de edad, podían presentar un indicio de esta enfermedad. Los que presentan esta enfermedad con más ahínco son los adolescentes antes de alcanzar los 20 años de edad, representando un 60%.
Qué síntomas presenta
Los síntomas son muy representativos, sus pensamientos y comportamientos son muy diferentes y mucho más reseñados que la conducta habitual de cualquier niño. Destacan sus episodios maníacos y depresivos. Entre sus síntomas destacan:
- De repente pueden sentirse muy felices, pero con cambios de humor repentinos.
- Pueden llegar a hacer muchas tonterías que no son usuales a su edad e incluso se atreven a hacer cosas muy arriesgadas.
- Tienen dificultad para mantenerse concentrados y se distraen con mucha facilidad, pero también pueden hablar muy rápido de varias cosas a la vez.
- Tienen problemas con el sueño, no llegando a dormir las horas necesarias y sin llegar a sentirse cansados.
- Si tienen episodios depresivos pueden llegar a sentirse muy tristes. Se sentirán culpables con cualquier situación y perderán su interés por todo, incluso pueden llegar a pensar en el suicidio.
- Pueden llegar a sentirse faltos de energía y se quejarán de dolores de cabeza y de estómago. Es por ello que les puede apetecer comer mucho o poco.
No se sabe a ciencia cierta por qué surge este problema, no se puede achacar a un trastorno heredado por algún familiar, pues ni siquiera se ha comprobado que proceda de los genes familiares. Los científicos están estudiando si este trastorno viene conducido por alguna anomalía en la estructura del cerebro.
Como llevar un mejor diagnóstico del trastorno bipolar
El trastorno bipolar no tiene cura y acompañará a la persona para el resto de su vida. Lo que sí se puede adelantar son los mejores tratamientos para controlar esta enfermedad. La terapia cumple mucho mejor cuando se es constante y no se interrumpe, es por ello que hay que seguir estrictamente los consejos de los especialistas y ante cualquier altercado que no derive en el mejor resultado, comunicarlo inmediatamente.
No sólo necesitará ayuda psicológica el niño, también sus propios cuidadores pueden solicitarlo. En medio de esta ayuda y tratamiento se necesita mucha paciencia, compresión con el niño y mucha energía para animarlo.
Se espera, que con la ayuda de los medicamentos el niño pueda mejorar. A veces es necesario probar con distintos medicamentos, ya que es difícil dar con el fármaco preciso. Respecto al tratamiento seguramente tengan que tomar varios a la vez y sería lógico empezar poco a poco, no sea que se presenten efectos secundarios.