El apego seguro es una pieza clave en el desarrollo de tus hijos. Gracias a él conseguiremos tener hijos más equilibrados emocionalmente y más felices que es, al fin y al cabo, lo que queremos todos los padres. Os dejamos unos consejos para saber cómo desarrollar el apego seguro en niños.
¿Qué es el apego seguro?
La relación que tenga el niño con su principal cuidador afectará a su completo desarrollo. Determinará su salud mental, física, intelectual, emocional y social del niño. Para que sea lo mejor posible debe haber un vínculo de apego seguro entre ambos.
El apego seguro debe facilitar al niño una sensación de seguridad desde la que investigar el mundo y aprender, comprensión y confianza en sí mismo para poder hacerlo, y empatía hacia los sentimientos de los demás. Donde sus necesidades emocionales estén cubiertas, además de las físicas.
En el lado opuesto estaría el apego inseguro, donde los niños experimentan intranquilidad e inseguridad, que afecta en su desarrollo y en su conocimiento del mundo. Se vuelven niños miedosos, intranquilos y con poca autoestima.
Nunca es tarde para desarrollar un apego seguro. Obviamente cuando antes se desarrolle los resultados serán mejores, pero no es necesario que sea con un bebé. El cerebro no acaba de madurar hasta bien terminada la adolescencia.
¿Cómo desarrollar el apego seguro en niños?
El vínculo de apego seguro nada tiene que ver con el amor. Os dejamos unos consejos para conseguir un vínculo seguro con nuestros hijos:
Fomentar su autonomía
El ser humano es curioso por naturaleza, y desde que nacemos intentamos explorar en mundo que nos rodea. Un bebé que se sienta seguro explorará su mundo poco a poco, primero gateando, luego con pequeños pasitos y luego caminando. Si fomentamos su autonomía, el niño ganará en madurez y autoestima. Para conseguirlo no se lo des todo hecho, deja que se desenvuelva solo, anímale a ser autónomo y felicítale por sus logros. Ganará en confianza en sí mismo.
Dales seguridad de protección y seguridad
Es primordial para su apego seguro, para que investigue el mundo desde la seguridad que le proporciona su entorno más cercano. Para ello es necesario crear una base de seguridad y confianza. Acompáñale cuando te lo pida, muéstrate disponible para él, que sepa que estás ahí cuando te necesite.
Responde a sus necesidades tanto físicas como emocionales
Una vez identificada la emoción que tiene el niño, debemos cubrir sus necesidades emocionales. Por eso es tan importante escucharles y ponerle nombre a sus emociones. Así podemos actuar mejor, escuchando y viendo como se siente, y respondiendo en consecuencia.
Ten en cuenta sus opiniones
Puedes incluirle en la toma de decisiones, que te de su opinión y tenerla en cuenta. Pueden ser pequeñas como que elija la película que quiere ver o decisiones más importantes que atañan a la familia. No significa que tengas que hacer lo que él o ella diga, sino que se sienta escuchado y que sepa que su opinión también es tenida en cuenta.
Fomenta la comunicación
Es el pilar básico para el vínculo de apego seguro. Sin una buena comunicación tanto verbal como no verbal, no existiría un apego seguro. Es necesario hablar, escuchar y que existe una comunicación fluida entre ambas direcciones.
Dale pequeñas responsabilidades
Darles tareas en casa hará que se vuelvan más responsables y autónomos. Además de que aprenderán el valor de hacer las cosas y les servirá en la edad adulta para que sepas valerse por sí mismos. No te pierdas el artículo como enseñar a tus hijos a colaborar en casa.
Respeta sus emociones
Tendrá días malos como todos, escúchale y deja que exprese sus emociones. Si se enfada, si está triste son emociones legítimas, tiene derecho a sentirlas y expresarlas correctamente. Negarlas o mirar hacia otro lado le hará sentir incómodo con emociones negativas y no sabrá manejarlas en el futuro.
Fomenta su empoderamiento
Su autoestima es fundamental para su correcto desarrollo, es uno de los mayores predictores de felicidad. Os dejamos un artículo con 14 cuentos infantiles para empoderar a los niños.
Sé coherente
Si tienes un carácter cambiante con el niño según te sople el aire, el niño lo verá como algo incontrolable, y le creará mucha inseguridad. Si tienes un mal día o un mal momento, puedes alejarte un momento de la situación, respirar profundamente unas cuantas veces y volver cuando estés más tranquilo o tranquila. Así no crearemos ansiedad en los niños.
Por qué recuerda… es la mejor garantía para una vida sana y feliz.