El factor hereditario es uno de los factores que siempre han estado presentes en enfermedades y comportamientos en los niños. La impulsividad es un elemento que puede llegar a ser ligado como algo genético, pero no debemos de olvidar que es una manifestación provocada por una conducta que ha podido ser incitada en su entorno.
Cómo enseñar a un hijo a ser menos impulsivo son algunas de las claves que podemos atajar para poder frenar mentalmente algunas consecuencias dramáticas en un futuro. Te podemos dar unas pautas que puedes administrar para poder solventar su situación, pero si aún no sabes cómo es un comportamiento impulsivo te lo reseñamos a continuación.
¿Cómo es un niño impulsivo?
No será capaz de controlar una rabieta por más de 10 minutos, ya que no entiende las consecuencias de sus actos. Son niños que no respetan las reglas de juego y siempre quieren salirse con la suya. No intentan razonar y siempre quieren ganar incluso haciendo trampas.
Es por ello que su comportamiento puede llegar a ser agresivo con el resto de compañeros, ya que suelen gritar e irritarse con facilidad, ya que no consiguen razonar. Hacen cosas tontas para llamar la atención, no evalúan que es lo que están diciendo y si tiene repercusiones que pueden afectar a los demás.
Suelen protestar con frecuencia porque no están de acuerdo nada más que para sus propios intereses. Les cuesta seguir las reglas y como consecuencia se frustran con mucha facilidad. Es por ello que no tienen paciencia para seguir las instrucciones de muchos juegos cuando juegan en equipo.
Qué puede causar su impulsividad
Este comportamiento puede ocurrir por varias razones, aunque cada niño puede actuar impulsivamente por determinados factores que rodean su vida diaria. El tema está en atajar cuál puede llegar a ocasionar tal comportamiento y cómo afrontarlo.
Su comportamiento se acentúa en no saber detenerse y pensar antes de actuar. Si un niño está cansado física y mentalmente, probablemente puedan presentar este tipo de consecuencias.
Puede ser un niño con estrés y frustración porque probablemente tenga problemas en la escuela o en su vida familiar o por simple imitación por algún familiar con conducta TDAH.
¿Cómo enseñar a un hijo a ser menos impulsivo?
Es importante observar al niño y tomar notas de su comportamiento. Podemos hacer un registro de su frustración y pedir ayuda a un especialista. No obstante, las ideas para poder afrontar en casa a este tipo de comportamiento puede ayudar al niño positivamente:
- Ante todo hay que ser un ejemplo claro, debemos de mantener un comportamiento ejemplar para que el niño no imite tal conducta. Una conducta calmada de los padres puede resultar como muy buena estrategia.
- Al poder ser hay que definir unas normas en casa, analiza y escribe el tipo de comportamiento, si no es correcto y puede conllevar a una mala situación, establezca una norma para intentar que no se vuelva a repetir. Haz que repercuta en una serie de consecuencias que no le puedan llegar a gustar, si actúa de esa manera.
- Hazle analizar su comportamiento y el momento en que se originó. Debe de hacer un autocontrol de sus futuras conductas, aunque no sea fácil que lo entienda a la primera. Es una necesidad que requiere tiempo y perseverancia, mucho control y trabajo, pero está en manos de los padres para llevar a cabo una buena estrategia.
- Haz que siga una serie de instrucciones, hacer que cumpla una serie de reglas. Muchas veces hay que imponer instrucciones de conducta antes de salir de casa o antes de realizar una actividad. Hay que dar aviso de lo que implica no seguirlo y las consecuencias que puede acarrear de no cumplirlas. Si las consecuencias son mediante algún tipo de castigo considerado, hay que intentar que se cumpla siempre esa sanción.
- Las técnicas de relajación son muy efectivas. Que el niño practique algún tipo de deporte y que lo adjunte con alguna actividad de relación es muy buena opción. Los ejercicios de respiración es un sistema que funciona muy bien.