El gusto por el orden es algo que podemos inculcar a los niños desde pequeños. Algunos niños ya nacen con esa cualidad de recoger las cosas pero si no es así en tus hijos que sepas que puede trabajarse para crear un hábito. Si estás cansada/o de que tus hijos dejen todo sin recoger y dejen la habitación como una leonera no te pierdas este post.
Los beneficios del orden
Ser ordenador no solo te permite vivir en un sitio donde no gobierne el caos. El orden trae muchos beneficios para los niños:
- Les da herramientas para enfrentarse a la vida de adultos.
- Mejora la convivencia.
- Les hace ser responsables de sus cosas.
- Se vuelven más independientes y autónomos.
- Serán más ordenados en su vida y en su mente.
El orden en sí no es una tarea muy satisfactoria de primeras, por lo que debemos explicar todas las ventajas que trae consigo el orden en los hogares, como poder encontrar las cosas bien, que las cosas duren más tiempo, evitar tropiezos y caídas,…
Para poder lograr que este hábito se instaure en los más pequeños de la casa debemos seguir una serie de consejos para lograrlo y también evitar otra serie de conductas que solemos hacer los padres y se vuelven en nuestra contra. Veamos cuales son los consejos para enseñar el gusto por el orden a los niños.
Cómo enseñar el gusto por el orden a los niños
- Da ejemplo. No hay nada más potente e inspirador. Si tus cosas están ordenadas le están mandando una imagen de como deben hacerse las cosas.
- No recojas sus cosas. A no ser que sean muy pequeños claro. Según vayan creciendo podemos ayudarles a recoger sus juguetes pero no hacerlo por ellos. Sino se acostumbrarán a que siempre sea así y no podrán aprender el hábito del orden.
- Dale responsabilidades según su edad. Dependiendo de la edad y capacidades del niño, deberemos adjudicarle tareas domésticas para que colaboren en casa. En el artículo “cómo enseñar a tus hijos a colaborar en casa” os damos unos consejos para hacerlo según la edad del niño. Podéis crear una tabla donde se vea bien con las tareas asignadas para cada miembro de la familia.
- Pon las cosas a su altura. Para que puedan ser ordenados es necesario que los sitios donde estén guardados sus libros, juguetes, muñecos… estén a su altura. Explícale donde va cada cosa y porqué, puede que el/ella prefiera hacerlo de otra forma. Pero una vez asignado el sitio para cada cosa no debe cambiarse. Al principio les llevará su tiempo, hay que tener paciencia. Podemos ayudarles poniendo una foto o pegatina en los distintos muebles para saber dónde va cada cosa. Con el tiempo lo harán más rápido.
- Si usa algo que lo vuelva a poner en su sitio. Anímale a que vuelva a dejar en su sitio las cosas después de usarlas. Con el tiempo lo hará de forma automática.
- Usa tu imaginación. A los niños les encanta jugar para aprender, puedes inventarte juegos como a ver quién recoge más rápido los juguetes, ordenar por formas o colores, poner música…
- Da órdenes sencillas y directas. En lugar de decir “ordena tu cuarto” que es una orden amplia, sé más concreto. Dile “pon tus cuentos en la estantería”, “guarda tus muñecos en el cajón”. Le será más fácil asimilar la información.
- Cuentos. Contar cuentos donde los protagonistas se benefician del orden, después de haber sido muy desordenados y sufrir sus consecuencias.
- Reconocer sus éxitos. Felicítale cuando lo haya conseguido, ¡lo ha hecho muy bien!
Hay que ser paciente
Se tarda un tiempo en adquirirlo y hay que ser constante. Es mejor ir poco a poco, fijarse pequeñas metas y según las vaya cumpliendo fijar otras nuevas. No conviene tener una postura perfeccionista ni con un mismo ni para con los demás, ni esperar cosas imposibles. Hay que ser realista, que son niños y que necesitan aprender con amor de los valores que necesitarán en su vida.
Porque recuerda… Como con cualquier hábito, hay que ser pacientes.