Porque llorar es una respuesta emocional por una situación de estrés o sufrimiento. Hay que darle importancia de llorar a los hijos, porque ellos lo hacen cuando sienten temor, rabia, dolor, frustración, tristeza, en grandes rasgos, cuando no pueden expresar sus sentimientos.
Es cierto que para algunos padres puede ser desesperante y nos hace llegar a cometer grandes errores en respuesta a nuestra frustración. Esto concluye en que podemos dar una mala contestación o reprimir al niño con negarle a que no llore. Pero muchas veces no hay que hacerlo pues puede dañar su autoestima.
Hay que explicarles la importancia de llorar a los hijos
Un bebé es diferente, un niño con poca capacidad para entender dicho comportamiento es difícil dar una solución factible y lógica a esta respuesta. Un niño ya tiene capacidad de hacerlo y muchos niños reprimen su llanto. Muchos de ellos se apartan y se enfadan, no manifiestan su frustración y pueden llevar a largo plazo a conductas negativas y poco saludables.
Por lo tanto, es de vital importancia que llorar puede llegar a ser muy educativo. Los niños canalizan el estrés con esta destreza y es verdad que a medida que van madurando, los niños ya lloran mucho menos que las niñas. Es importante este dato porque se enfrentan a un comportamiento ya aprendido.
Cuando están llorando hay que entender que les ayudan a canalizar su malestar, dejarles llorar hace que echen ese estrés fuera de su organismo y nos hacen comprender mucho mejor ese mecanismo.
Llorar ayuda a relajar su mente y sentir menos presión de frustración, les ayudarán a sentirse mucho más relajados físicamente porque están interpretando de forma lógica sus sentimientos, se llega a encontrar un equilibrio psicológico.
Es importante que no adoptes estas conductas
Hemos concluido en la importancia de llorar en los niños, que cuando siente algún tipo de malestar no tiene por qué reprimir sus emociones para que las consecuencias no acarreen en problemas para sus salud mental, por ejemplo la ira. Por ello es conveniente intentar no decir , “no llores” o “tienes que ser muy valiente”,…ya que estamos reprimiendo sus emociones y el niño esté necesitando esa vía de escape. El llanto es un mecanismo natural que toda persona debe usar.
Tampoco no debemos usar las frases cómo “no exageres” o “los chicos no lloran”, ya que les volvemos a enseñar de que llorar es malo. Aquí vuelven a reprimir sus emociones y ellos deben aprender a soltar. De la misma forma la expresión los “chicos no lloran” vuelve a dar la solución en enseñar que los niños no tienen por qué llorar, cuando es algo general. Lloran los niños, las niñas e incluso los adultos y no se discrimina a nadie por el sexo.
Por otro lado un llanto sin consuelo tampoco es bueno para su salud. Sé que es un tema contradictorio. Es bueno que llore por un momento para que libere ese momento de estrés, pero si su llanto es muy continuo debe ser atendido. No es bueno dejarlo llorar alteradamente hasta su cansancio. Esto se debe a que puede acarrear a una menor oxigenación de la sangre a su cerebro o se puedan llegar a crear hemorragias cerebrales con diversas secuelas.
Dejar llorar a un bebé también hace que a la larga no sea saludable, puede crear a que el niño sea mucho más ansioso o menos colaborador lo que se interpreta a tener dañada su capacidad para relacionarse con los demás. Es importante saber diferenciar en que no es lo mismo acudir a su llanto a tener que ofrecerle absolutamente todo lo que desea.