Una separación entre padres no es un agradable porvenir que pueda acontecer una familia con hijos de por medio, son las circunstancias y la mala relación tóxica la que declina a llegar a esta situación. Los niños creen llegar a tener que afrontar la peor parte, pero es el padre o la madre los que tienen que lidiar con tal postura y si hay por medio alguien con quien quiere compartir su vida la experiencia puede complicarse aún más.
Resulta en este sentido complicado porque muchos de los hijos que conviven con el padre o la madre no aceptan que cualquiera de ellos retomen su vida con una persona diferente al entorno, conseguir que ellos lo acepten puede llegar a plantear una serie de medidas que pueden llegar a resultar aceptables y es por ello que no conseguimos hacerlo de la manera más fácil. Aquí te proponemos una serie de medidas para que no te resulte complejo.
Medidas y consejos que se pueden adoptar
- Es evidente que todo requiere de un período de adaptación y más cuando se tratan de menores o adolescentes. Ellos nunca se sacian de la atención de los padres y tratar de ver que el tiempo tiene que ser compartido en parte con otras personas, es evidente que esta situación puede para ellos puede llegar a ser frustrante.
- El primero encuentro entre ambos para que no llegue a ser estresante es mejor hacerlo de manera informal. Hay que escoger un lugar tranquilo y divertido, siempre acorde con la psicología del niño y ante todo presentar a tu pareja como a un amigo.
- Durante el encuentro mantén a tu hijo o hijos dentro de las mismas conversaciones y sobre todo intenta no tener contacto físico, sobre todo besos o caricias
- Prosiguiendo con los encuentros posteriores es importante puntualizar que no sean muy frecuentes al principio, de este modo al niño no le añades la sensación de sentirse desplazado, los momentos con él o ellos deben de seguir normales dentro de un margen coherente.
- Intenta hacer las cosas con la más importante naturalidad, analizando la psicología de los niños y hacerlo con la mejor intuición. Es importante que haya comunicación entre ambos, que los niños intenten comprender de una manera suave esta situación y que la nueva pareja también sea comprensible respecto a su nuevo rol.
- La empatia forma parte de una buena comunicación entre todos. Si tú comprendes su situación, sus sentimientos y emociones es mucho más fácil que él te pueda comprender a ti. Intenta descubrir qué es lo que más le puede llegar a influir negativamente y busca soluciones coherentes a sus problemas. Es normal que piensen que alguien va a reemplazar la figura materna o paterna y que su primera reacción a lo desconocido les de inseguridad y miedo. Hay que transmitirles seguridad ante tal situación.
- Hay que mantener como al principio los mismos hábitos que se venían practicando de toda la vida, hay que ir aumentando la presencia y la autoridad que pueda prescindir la nueva pareja pero de manera progresiva y natural, si esa persona impone nuevas normas o estilos y su autoridad destaca por encima de los demás, su éxito probablemente no esté asegurado.
- No hay que interrumpir la vida cotidiana, la vida familiar debe continuar con toda la normalidad, cada uno hay que respetar el espacio de cada uno, nos encontramos con la explicación de que quizás en un futuro haya uno más en la casa y que nuestras motivaciones y la nueva integración no tiene por qué ser de una manera brusca. Empezar a compartir momentos de comidas o dormir una noche en casa puede ser un pequeño principio para ir aceptando parte de este nuevo conjunto.