Es un hecho que comienza cuando muchas madres y padres deben de llevar a sus retoños a la guardería porque realmente lo necesitan. Siempre cae esa incertidumbre y desconsuelo por pensar que no van a llegar a estar más felices que en su propia casa, pero hay que pensar que son sitios especializados dónde no será en único bebé que estará en la guardería.
Para llevar a tu bebé a la guardería, siempre hay que llevarlo con la mejores de las sonrisas. Si tu derrochas felicidad, estamos seguros de que el bebé también. Si entras con él en brazos con toda la confianza, seguramente el peque también la tendrá y podrá adentrarse con mayor seguridad.
Una oportunidad para que pueda relacionarse y socializarse
Entrar en una guardería de forma temprana no será a priori una alternativa para que los niños comiencen a sociabilizarse, dependiendo de la edad comenzarán a integrase en su grupo o entorno y a sentir la necesidad de vivir con ello.
De primeras no entenderán el concepto de compartir, ya que esta destreza se empieza a comprender a partir de los 3 años, cuando comiencen su etapa de infantil. Pero, por otro lado, tenemos esa adaptación con los demás bebés. Aprenderá a jugar con otros niños, adquirirá vocabulario, tendrá que compartir juguetes y con ello encontrarán algo de autonomía.
¿Cómo llevar a mi bebé a la guardería?
Hay padres que dudan de cómo tienen que dejar a sus hijos a cargo de alguien por el compromiso de trabajar. Hay opciones como llevarlos a la guardería o el cuidado de alguien de confianza como un conocido o familiar. Nosotros nos centraremos en las guarderías, dónde estarán rodeados de otros niños y en manos de cuidadores cualificados.
Seguramente te informes por las prestaciones que pueden darte las guarderías o que no te quede ninguna elección más, que escoger la más cercana al domicilio. Antes de nada, hay que informarse muy bien de cómo serán las instalaciones y la opinión de otras madres.
Es conveniente preguntar e informarse en el mismo centro de cómo es su manera de educar, de cómo les dan de comer, o cómo es su forma de corregir un comportamiento erróneo. Es de total prioridad conocer estos conceptos para evaluar la educación del centro.
Si has decidido llevarlo habrá que preparar todo lo necesario para que pueda llevar a la guardería. Hay que saber qué tipo de ropa o pequeña bata llevará, si usará algún tipo de libro y si se le permite llevar algún tipo objeto.
Consejos para el primer día de guardería
La adaptación del bebé tenga los meses que sea es primordial. Todo dependerá del temperamento del niño y la forma de experimentar la separación de los padres. Es por ello que deben de comenzar de forma suave y no brusca. Hacerlo de forma radical puede confundir ese gran apego que tenía el niño con sus padres . Podría incluso repercutir hábitos inusuales o en la alimentación junto a una pérdida de peso.
Hacer que el niño se incorpore de forma progresiva puede ser una opción debatida, ya que los padres pueden que se quiera hacer, pero al centro puede que no le guste seguir esa táctica. A la hora de dejar al bebé o niño hay que informarlo de que sus padres se van, tiene que ser una despedida corta sin gestos de pena y preocupación.
Hay que dar información al niño de cuando volverán a recogerlo y quien será el encargado, para que no sienta esa sensación de abandono. Los primeros días en los que se hace esta separación, después hay que compensar con cariño para desestabilizar el estrés. No deben de quedarse con la sensación de que los niños piensen que se sus padres se van a ir y les va a pasar algo, o que ya no volverán o que se irán a jugar con el hermano pequeño. Es importante tranquilizar y calmar al niño en todo momento.