Cómo se contagia la mononucleosis en niños

Cómo se contagia la mononucleosis en niños

Hay enfermedades que tienen diagnósticos difíciles y por lo tanto terminan con soluciones muy poco precarias y con un reposo total. El caso de la mononucleosis en niños abarca estas características y se llega a determinar después de un largo estado de contagio y por lo tanto con una gran durabilidad en su tratamiento.

Este tipo de infección es difícil de diagnosticar, ya que sus indicios suelen darse después de una larga temporada de ser contraída. Lo bueno que tiene es que su pronóstico suele resolverse durante las semanas siguientes, pero para conocerla con más detalle analizaremos algunas cuestiones.

La mononucleosis en niños es la conocida “enfermedad del beso”

Este tipo de infección es causada por el virus Epstein-Barr, el cuál se contagia a través de la saliva. De ahí que se le denomine con la “enfermedad del beso”, siendo muy diseminada entre adultos y adolescentes, aunque los niños también pueden contraerla.

El diagnóstico no será concluyente hasta no ver una serie de síntomas que perduran en el tiempo y con la evaluación concreta de un análisis de sangre. El tratamiento no se enfoca en la enfermedad en concreto, sino en paliar todos los síntomas que deriva.

Cómo se contagia la mononucleosis en niños

¿Cómo se detecta la mononucleosis en niños?

Esta enfermedad suele pasar inadvertida entre niños, aunque todo puede comenzar con una infección en el trato respiratorio superior y con un niño medianamente apagado por el cansancio.

Los síntomas más frecuentes suelen ser:

  • Dolor de garganta.
  • Ganglios linfáticos de la parte del cuello inflamados.
  • Fiebre.
  • Dolores de cabeza (los niños rara vez suelen decir que les duele la cabeza).
  • Dolores musculares junto a un cansancio a veces extremo.
  • Dolor abdominal causado por un agrandamiento o inflamación del hígado o bazo.
  • Pérdida de apetito.

Cómo se contagia la mononucleosis en niños

Dado estos síntomas, muchas veces esta enfermedad pasa desapercibida porque puede confundirse con una gripe o faringitis. Las diferencias se pueden encontrar en una exploración en la parte abdominal y en una analítica de sangre.

Los niños con mononucleosis puede que no se sientan enfermos, pero es muy importante escuchar el cuerpo de los más pequeños, sobre todo si se les ha inflamado el bazo. Y atisbar si existe algún síntoma más que el de un refriado o gripe común.


¿Cómo evitar su transmisión?

El virus es de muy fácil contagio cuando los niños comparten juguetes u otros materiales que puedan llevarse a la boca y cuando están en colegios y guarderías. La transmisión se hace a través de las secreciones orales y se puede crear con un simple beso.

El período de incubación, en este caso en los niños y jóvenes, suele darse entre una y tres semanas (alrededor de 10 días). Para los adultos se suele prolongar entre 30 a 50 días. Siempre hay que seguir una buena higiene, lavándose las manos constantemente, incluso después de toser o estornudar. No compartir pajitas, ni cepillos de dientes y dejar de dar muchos besos.

En cuando a los niños que practique deporte de contacto (los más usuales suelen ser el fútbol o el baloncesto) deben de dejar de practicarlos aproximadamente durante un mes, sobre todo si tienen un gran cansancio y se les ha inflamado el bazo. El médico será el que determinará cuando se puede reanudar el deporte.

Cómo se contagia la mononucleosis en niños

Qué complicaciones puede causar la enfermedad del beso

Esta enfermedad crea síntomas muy parecidos a la gripe o refriado común, pero se puede prolongar de 2 a 4 semanas. Se puede llegar a tener fiebre durante dos semanas, en algunos casos incluso más.

La astenia o cansancio puede persistir a lo largo de varias semanas. La esplenomegalia o agrandamiento del bazo se puede manifestar hasta 3 meses. Suelen ser los síntomas más concretos, sin dar más complicaciones de las que hay. En algunos casos esta enfermedad puede evolucionar en otras, como de estado neurológico, hematológico con anemia, neumonías, enfermedades hepáticas o rotura del bazo.

Hay que seguir el consejos de un especialista para hacer un seguimiento de dicha enfermedad y de la toma de todos los analgésicos para paliar sus molestias consecuentes.


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