Los primeros meses de un bebé son los más complicados. Adaptamos nuestra vida al bebé, pero también tiene él o ella que adaptarse a las necesidades que le ofrece su nueva vida. Cómo tiene que dormir un bebé recién nacido es una de las cuestiones más discutidas.
Generalmente el recién nacido tiene que dormir o permanecer en contacto directo con el calor y la piel de la madre. Esto es debido a el gran período de gestación dónde ha permanecido protegido y cómodo en el vientre de su madre, por ello, el proceso de adaptación en el mundo exterior puede tardar todavía unos meses.
Horario del sueño de un recién nacido
Es importante conocer cómo tiene que dormir un bebé y las horas en las que va a permanecer dormido. Un recién nacido no sabrá distinguir entre el día y la noche, dormirá prácticamente todo el rato y solo se despertará para alimentarse.
En esta etapa serán capaces de dormir hasta 18 horas diarias, dónde cada fase comprenderá entre 1 a 3 horas de sueño. Según suceden los días hay que ir creando una rutina de sueño y estabilidad, dónde a partir de los 6 meses ya comienzan a marcar un ritmo de sueño más definido. Habrá noches dónde comience a dormir entre 5 y 6 horas seguidas.
Cómo tiene que dormir un bebé recién nacido
La vida de los padres y del bebé comienzan junto a su nacimiento una nueva etapa en sus vidas. Si la madre le ofrece el pecho deberá de cambiar parte de su rutina para adaptarse a las necesidades del bebé. No obstante, los padres no son los únicos que cambian su estilo de vida, ya que el bebé también tiene que adaptarse a una nueva vida.
Hay que tener presente que el bebé ha de dormir siempre boca arriba, sobre la espalda. Muchos estudios llegaron a demostrar que acostarlos en esa postura reduce considerablemente el Síndrome de Muerte Súbita del Lactante.
Durante el período de adaptación hay que intentar que duerma de día y aplicándole luz artificial o la luz del día. Es importante que vaya discriminando el día de la noche, siendo más cálida la luz por la noche e incluso nula.
Período de adaptación especial
Parece un hecho imposible, tratar de adaptar a un bebé al horario nocturno, cuando prácticamente está dormido todo el día. Hay que intentar que no llegue a la hora nocturna, ni cansado, ni irritado, sino más bien tranquilo. Debe de conciliar el sueño nocturno con total tranquilidad, cógelo en brazos, susúrralo, envuélvelo en su manta, ofrécele el chupete si lo usa y después haz que se duerma.
Cuando esté dormido intenta echarlo en su cuna. Si se despierta es normal, ya que no han entrado en su fase profunda de sueño y ante cualquier movimiento le desvelará. Es mejor pasarle a su cuna a los 20 minutos de que se haya dormido, apoyándolo con cuidado sobre la cuna. Primero apoyaremos el culete, después las piernas y finalmente su cabeza. Es un truco que puede funcionar, siempre que la intención es que duerma en su cuna. Cuando son demasiado pequeños se puede crear esta prácica para dormir, pero se puede ir adaptando la pequeña rutina de ir dejándolo solo en su cuna para que se duerma solo.
Las rutinas son totalmente importantes, antes de acostar al bebé se pueden hacer unos pequeños rituales de adaptación. Debe de primar la relajación y eso se puede realizar con un baño calentito. Después se le puede masajear, acariciar, cantarlo. Algunos optan por darle la última toma, ya sea de pecho o biberón y seguidamente acostarlo dónde habitualmente tiene que dormir.
¿Qué ocurre cuando el bebé se despierta por la noche? Es importante que haga su toma algo despierto. Seguramente ya se despertará porque haya que cambiarle el pañal, pero la importancia de mantenerlo despierto supone una mejor expulsión de los gases. También es importante no despertar al bebé solo para comer, a no ser que diga lo contrario el pediatra. Si no se ha despertado para su toma, deja que duerma todo lo que necesite.