Las tradiciones familiares forman parte de los recuerdos que se conservan para toda la vida. Mantener las tradiciones que durante años han formado parte de tu familia, te ayuda a mantener el vínculo afectivo con ciertos miembros con los que quizá ya no estés tan unida. Además de ser una maravillosa forma de conservar algunos momentos únicos, exclusivos entre tus seres queridos.
Cuando formas tu propia familia puedes mantener esas tradiciones, incluso utilizarlas como base para crear las tuyas propias. Lo importante es que se creen bases con fundamento, que sean factibles y se puedan mantener en el tiempo y no queden olvidadas por resultar imposibles.
Qué son las tradiciones familiares
Las tradiciones familiares son pequeñas rutinas que se crean en torno a una familia, costumbres que se mantienen durante generaciones y que identifican a los miembros de esa familia. Estas costumbres ayudan a las personas a sentirse parte de un grupo, de un clan exclusivo, favoreciendo el sentimiento de identidad.
Este tipo de costumbres varían mucho de una casa a otra, cada familia comparte sus valores, cada núcleo familiar crea sus tradiciones en base a sus creencias y forma de vida. Por este motivo son tan especiales, porque son únicas y hacen que te sientas parte importante de algo.
Cómo crear tradiciones en la familia
Muchas personas forman las tradiciones familiares en base a las heredadas de su propia familia y es algo muy positivo, ya que ayuda a que los nuevos miembros creen vínculos con tus seres queridos. Pero también es necesario que crees tus propias tradiciones familiares, aquellas que os distinguirán como familia y que transmitiréis durante generaciones a los futuros miembros que están por llegar.
Estas tradiciones pueden ser de muchos tipos, quizá sea en forma de reunión en una fecha que para vosotros tenga un significado especial. O quizá una foto familiar que se realiza cada año de forma significativa, y que irá creciendo a medida que crezca la familia. Las tradiciones familiares se van forjando con los años, pero es importante otorgarles el valor que merecen para que no queden en el olvido.
Algunas ideas de rutinas que puedes transformar en tradiciones son:
- Hacer rutas para conocer los pueblos de los alrededores y comer en cada uno el plato tradicional.
- Crear una competición de deportes cada verano.
- Donar cada año los juguetes y artículos que ya no se usan, después de haber seleccionado cada uno varios objetos.