La costra láctea es una descamación de la piel del cuero cabelludo frecuente en los lactantes. Suele aparecer después de las primeras semanas de vida y con una rutina adecuada suele desaparecer en el plazo de un mes en la mayoría de los casos. Pero ¿qué ocurre si no desaparece? ¿Cuándo deja de ser normal y debe preocuparnos la costra láctea?
Quienes hemos convivido con niños estamos familiarizadas con esta dermatitis seborreica tan frecuente en bebés. Sin embargo, su presencia suele preocupar a quienes sois madres primerizas y ¡es comprensible! La costra láctea puede ser aparatosa y os puede llevar a pensar que no estáis haciendo algo bien. ¡Pero no es así! Y esperamos que conocer que es, cómo s presenta y cual es su evolución pueda ayudar a que estéis tranquilas si ocurre.
¿Qué es la costra láctea?
La dermatitis seborreica puede desarrollarse cuando los bebés tienen entre 2 semanas y 12 meses de edad y suele afectar al cuero cabelludo en primer lugar. Es lo que conocemos comúnmente como costra láctea, si buen la dermatitis puede desarrollarse además en la cara, en la zona del pañal, las axilas y otros pliegues y hendiduras de la piel.
Un bebé con costra láctea presenta áreas escamosas sobre el cuero cabelludo de aspecto generalmente amarillento o blanquecino. Aunque estéticamente resulten aparatosas estas no resultan molesta ni dolorosa para el bebé. ¡Y tampoco contagiosas!
La costra láctea suele remitir por si sola en cuestión de semanas o meses en los bebes. Aun así no viene mal seguir algunas rutinas de higiene que pueden contribuir a acelerar el proceso como es lavar la cabecita de bebé con un champú adecuado y después, peinarlo con un cepillo suave en el sentido del crecimiento del pelo. Con esta rutina, poco a poco, las escamas se irán desprendiendo.
¿Qué ocurre si es área escamosa se agrieta, supura o cambia de color? ¿Si las escamas no desaparecen después de un mes? ¿Cuándo deja de ser normal la costra láctea y debes empezar a preocuparte?
¿Cuándo deja de ser normal y debemos preocuparnos?
El algunos casos, la piel puede llegar a agrietarse y supurar un líquido amarillento o transparente. Si así ocurre es importante extremar las precauciones, ya que si las lesiones se manipulan sin seguir unas estrictas normas de higiene, podría producirse alguna pequeña infección. Para evitarlo:
- No intentes desprender las escamas con el peine ya que podrías empeorar la irritación.
- Mantén limpias las manos del niño, en la medida de lo posible, y también las tuyas.
- Mantén cortas las uñas del niño, para minimizar los daños si se rasca.
En estos casos, cuando existe pus en las costras, puedes contribuir a mejorar el problema aplicando una sustancia emoliente. Estas son útiles para nutrir la piel seca o atópica, ya que suavizan y protegen en presencia de cualquiera tipo de eccema (inflamación de la piel) y dermatitis.
Los aceites de oliva y almendra se utilizan en esos casos de dermatitis seborreica para ablandan las escamas. La forma de utilizarlos es sencilla pero es importante seguir las indicaciones del médico puesto que tampoco sería conveniente dejar mas tiempo del necesario el aceite sobre la piel del bebé.
Generalmente, se aplican siguiendo los siguientes pasos:
- Aplicar sobre la cabeza del pequeño la sustancia emoliente o aceite y realizar un masaje muy delicado.
- Dejar actuar el aceite unos pocos minutos u horas, según sea necesario y aconseje el pediatra.
- Lavar la cabeza del bebé con un champú suave que no reseque el cabello.
- Peinar con un cepillo muy suave en el sentido del crecimiento del pelo
¿Tiene tu hijo una costra láctea que no solo no mejora sino que empeora y presenta supuración? Acude al pediatra para eliminar todas las dudas y evita r futuros problemas. Y no uses cremas de esteroides o antifúngicos de venta sin receta médica ni otros productos de este tipo sin contar con el visto bueno del pediatra.