¿Se atienden diferente a las necesidades de los niños que de las niñas? Parece que aún en la actualidad existen algunos pensamientos que dejan claro que con la educación de los niños se debe ser ‘más duro’ para que no se conviertan en niños mimados. Parece ser que los niños ‘no lloran’ y que hay que educarles en base a este pensamiento obsoleto y tradicional. Pero esto ya está fuera de lugar y además, es un grave error.
Cualquier persona que piense que hay que dejar llorar a un bebé varón porque es un niño o que se le debe esducar con aspereza, estará en un grave horror. Los niños y niñas, ambos por igual necesitan una buena salud física y mental para poder desarrollarse adecuadamente. Necesitan desde bebés un cuidado sensible por igual, una crianza de apego que les proporcione seguridad y protección tanto a nivel físico como emocional. Esto les ayudará a conocerse mejor, a conocer a los demás y a tener buenas habilidades comunicativas y de control en el futuro, así como empatía, asertividad o control emocional.
Los hijos varones
Existe una investigación : Nuestros hijos varones: La neurobiología del desarrollo y la neuroendocrinología de los niños en riesgo, publicada por Allan N. Schore muestra cómo los padres debemos preocuparnos por los hijos de forma igualitaria, pero incluso habría que tener especial cuidado con los varones ya que parece que en nuestra sociedad actual se les trata con mayor aspereza de forma ‘normal’.
La vulnerabilidad los niños
Los niños maduran de forma más despacio que las niñas, en todos los aspectos. Además, son más vulnerables y pueden estar afectados por el estrés desde el embarazo. En cambio, las niñas tienen otros mecanismos de defensa interna hacia el estrés y son más capaces de ser resiliente, más que los niños.
Los niños son más vulnerables a las emociones de su madre cuando están en el útero, al estrés de los padres, a la separación de la madre al nacer, cuando no se les atiende adecuadamente… Esto puede generar desórdenes emocionales que afecten a su desarrollo cerebral, afectando a sus emociones, al control de sí mismo, a la empatía o a las relaciones con los demás.
Además, los bebés varones son capaces de mostrar más niveles de frustración que las niñas e incluso muestran reacciones más agresivas en los estímulos que no son positivos. Los niños parece que son más exigentes que las niñas y por eso tienen más problemas para regular sus estados emocionales, algo que les hará necesitar más guía y apoyo por parte de los padres, para entender sus emociones y buscar mejores soluciones de acción y regulación emocional.
Los datos del estudio
Parece ser que los niños tienen mayor vulnerabilidad a los trastornos neuropsiquiátricos que pueden ocurrir en las fases tempranas de desarrollo potenciando así autismo, esquizofrenia, TDAH o trastornos de conducta en el futuro. Esto ha ido aumentando desde hace unas décadas hasta hoy, teniendo en cuenta datos donde los niños han sido escolarizados en guarderías de forma temprana a causa del trabajo o motivos personales de sus padres, teniendo una separación de su figura de apego y además, sufriendo estrés temprano.
La maduración cerebral del niño por tanto, necesita a la madre como figura de apego y que le ayude a controlarse emocionalmente, necesita su afecto y sobre todo, esto es necesario para una buena maduración cerebral y un desarrollo social y emocional exitoso.
Las diferencias cerebrales
No es nuevo que niños y niñas tienen un desarrollo cerebral diferente y que por eso se pueden entender algunas diferencias en los ámbitos sociales y emocionales en niños y niñas. Digamos, que estas diferencias están genéticamente programadas, pero que además, también el ambiente social repercute directamente en ellos ya que el ser humano somos seres que nos adaptamos al entorno. Por tanto, es importante tener presente que tanto niños como niñas necesitan una crianza de apego para poder crecer de forma exitosa, pero que la educación de los niños necesita cierta sensibilidad extra para que sean capaces de regular sus propias emociones en el futuro y tener así un buen desarrollo socioemocional.
El cuidado en las primeras etapas de vida
Los niños (y niñas) necesitan que sus padres se basen en la crianza de apego así como en la disciplina positiva para que los niños (y niñas) sean capaces de regular sus emociones y entender a los demás también. Además podrán crecer con seguridad en sí mismos, con mayor conciencia de acción, así como una buena autoestima y una personalidad bien desarrollada. En cambio, si los niños crecen junto con maltratos y trauma en el apego, los pequeños creerán con estrés y consecuencias negativas en su salud mental que puede derivar incluso, en trastornos emocionales.
Los cerebros de los niños al tener una maduración más lenta, serán aún más vulnerables al estrés ambiental y necesitan una compensación sensible para equilibrar las funciones sociales y emocionales. Necesitan un apego seguro durante su desarrollo cerebral siendo los tres primeros años de vida del pequeño claves para un buen desarrollo socioemocional. Igualmente, las estrategias de regulación emocional deberán modelarse y enseñarse durante toda la vida.
La importancia de las emociones
Los niños sí lloran, y deben hacerlo. Los niños también deben entender sus propias emociones para poder entender las de las demás. Deben poner palabras a lo que sienten y sus padres son sus mayores guías para hacerlo. Un niño no tiene por qué comportarse de forma agresiva para poder tener una mayor aceptación social, los niños más brutos no son los mejores.
Un niño, necesita regulación emocional para que pueda desarrollarse de forma adecuada y que sus sentimientos se tengan en cuenta desde que llegan a este mundo. La crianza y educación de los niños debe ir acompañada con una sensibilidad extra, para que aprendan empatía, asertividad, autocontrol y así, tengan mayor confianza y seguridad en sí mismos potenciando de esta manera una buena autoestima y regulación emocional. Los niños deben entender que la agresividad no es el mejor camino para la comunicación adecuada.
Hola María José, es muy importante que se hable sobre este tema, porque desafortunadamente, y como bien dices en el post, aún persisten muchas creencias erróneas hacia la crianza y la educación de los niños varones. Todavía se les trata con mucha más rudeza que a las niñas, se intenta que no expresen sus emociones… y eso no lleva más que a una gran confusión, y en el peor de los casos a desórdenes emocionales. Tengo niño y niña, y ahora que el primero es adolescente, veo de qué forma la presión del entorno le confunde y le dificulta encontrarse, afortunadamente en casa encuentra la comprensión que necesita.
Un abrazo.