Todos conocemos al Ratoncito Pérez. Sabemos bien quién es y cuándo se presenta, pero como toda tradición también tiene un pasado y como tal, un origen. Por eso, nos acercaremos un poco más a ella y tenemos que retroceder un poco en el tiempo para entender cuándo surge y su porqué.
Los más pequeños están siempre ansiosos con su llegada, porque aunque sea en el momento de la pérdida de un diente, tendrán su recompensa. Por lo que ese trance lo pasarán de un modo más llevadero. Pero por si alguna vez te lo preguntan o simplemente por tu propio interés, te vamos a desvelar cómo surge toda esta costumbre. ¡No te la pierdas!
Cuándo nació el Ratón Pérez
Como bien hemos anotado antes, todos lo conocemos por su buen hacer cuando los peques pierden sus dientes. Pero, ¿realmente cómo nace su historia y de qué manera? Pues bien, hay que decir que el Ratoncito Pérez nace gracias a Luis Coloma. Este era un escritor y periodista que dio vida a un cuento en el que su protagonista era el Ratón Pérez. Se trataba de un cuento que vio la luz allá por el año 1894, en él se narraba la historia de un ratón que vivía en una caja de galletas. Hasta dicha casa tenía dirección porque se encontraba en la parte del almacén de una pastelería que había en aquel momento en Madrid.
Por lo que vemos que el escritor combinaba lugares reales con personajes ficticios para darle forma a una historia más creíble. El trabajo del ratón era escaparse por la zona de las cañerías para poder llegar a todos esos hogares donde los niños había perdido sus dientes. Hasta que una vez entra en palacio y conoce al niño que vive allí, quien se transforma en ayudante del ratón.
Cómo surge la historia del Ratón Pérez
Es cierto que se trata de un cuento como hemos mencionado pero todo cuento tiene también un inicio. Este no fue de casualidad sino que la historia surge porque Alfonso XIII, hijo de María Cristina también tuvo la caída de su primer diente y parece que fue un momento un tanto traumático. Así que, fue su madre quien ordenó escribir un cuento para calmar al pequeño, al que ella misma le llamaba Buby, como aparece en el relato original. Donde sí se menciona este nombre pero no el real de Alfonso XIII. En resumen, la historia es una manera de que los peques pierdan el miedo, que vean que algunos cambios no son tan malos y que traen algo mejor.
Qué significa realmente el Ratoncito Pérez
Hoy sabemos que es una tradición que mantienen viva los padres, siempre que a los peques se les cae un diente de leche. Es una manera de tranquilizarlos ante dicha pérdida y las que vendrán. El diente se cambia por una moneda que se encontrarán bajo la almohada o en la mesita de noche. Pero en el momento en que el relato vio la luz, su autor pensaba que la fantasía estaba muy divertida, pero además de ello, tenía que contar con un enseñanza.
Por eso, dentro de la trama, el rey va con el ratón para descubrir una lección de vida. El poder comprobar que hay muchas familias pasando verdaderas necesidades que él las tenía siempre cubiertas. Por eso que ahí se daría cuenta de que realmente era un afortunado. Esa era la lección moral que también se saca del cuento del Ratoncito Pérez y que el propio monarca debía aprender.
Ratoncito Pérez: Una leyenda con calle propia
Como en el cuento se cita el lugar exacto donde vivía el Ratoncito, que no era otro sino la calle Arenal, ahora está plasmado allí su recuerdo. fue en el año 2003 que se decidió poner una placa conmemorativa. Aunque todos seguimos la tradición y nos acordamos de este personaje, ya es oficinal que Madrid lo tiene más vivo que nunca. Hay que decir que es el primer personaje que pertenece a la ficción y que dispone de una calle. Pero como bien decimos, después de su larga trayectoria y su buen hacer, no merecía menos.