Definición de abuso y cómo reaccionar ante él

niños con fobias

Existen muchos tipos de abuso, como pueden ser abusos de autoridad, o abuso de fuerza, que pueden ser ejercidos tanto por adultos como por compañeros de su edad y que pueden ser igualmente perjudiciales para el menor y su desarrollo.

Hoy nos centramos en la definición de lo que se considera un abuso sexual en un menor, como detectarlo y qué reacción es la más conveniente tras tener constancia de los mismos. Es muy importante que, como padres, sepamos protegerlos ante este tipo de situaciones.

¿Qué podemos considerar un abuso sexual?

La definición general de abuso sexual abarca los siguientes supuestos:

  • Penetración con órganos sexuales o con objetos.
  • Tocamientos o incitación a realizar tocamientos aprovechando la falta de conocimiento del menor.
  • Mirar de forma lasciva al menor, obligarle a presenciar prácticas sexuales o a ver contenidos inadecuados como películas, imágenes pornográficas, así como mantener conversaciones de índole sexual.
  • Y en cualquier caso es un abuso cualquier comportamiento que haga sentir incómodo o intimide al menor.

Señales que nos pueden ayudar a detectar un abuso o a un abusador

Si detectamos cualquier cambio en el comportamiento de un niño, como puede ser que se haga pis cuando ya había superado esa etapa, que esté más triste o que no quiera hablar, puede ser indicio de que algo está ocurriendo. No necesariamente cada vez que se den estas conductas, será por causa de un abuso, pero son mecanismos que se activan ante situaciones traumáticas, como sería el caso.

tristeza

La tristeza podría ser un indicio de abuso

Un abusador no actúa de forma aleatoria, elige personas vulnerables en algún sentido que les facilite su propia satisfacción. Bien sea porque se encuentren en una situación de indefensión y soledad mantenida en el tiempo o por su baja autoestima, o bien sea porque éste se gane su confianza y le manipule para hacerle creer que es responsable del abuso, o que lo consintió incluso.

Es muy probable que una persona de la que se haya abusado una vez, se vuelva a ver en situaciones de abuso. Como decíamos, los abusadores buscan la vulnerabilidad en sus víctimas.  Detectan la inseguridad, el miedo y el dolor que hay detrás de una herida de semejante calibre.

Aunque muchos casos se den con violencia, en la gran mayoría los abusadores son como encantadores de serpientes, capaces de convencerte de que la luna es la que se refleja sobre el sol y no al contrario. A veces se dan casos dentro del seno familiar, lo cual lo complica todo mucho más, porque la primera advertencia que hará el abusador es «nadie te va a creer», porque él es el adulto y nadie cree en los niños más que en los mayores.

Otro signo al que debemos prestar atención es si alguien presta excesiva atención a nuestro hijo, le hace regalos, etc. Esas muestras que aparentan ser gestos de aprecio, son puros chantajes para obtener su objetivo.

¿Qué podemos hacer al respecto?

En caso de detectar algo que nos haga sospechar de que nuestro hijo o alguien conocido, está sufriendo, ha sufrido o podría sufrir un abuso, lo primero que debemos hacer es asegurarnos de que entiende lo que es, aunque no podamos explicar la definición real. Es decir, si es un niño de 3 años, le explicaremos, de forma que él entienda, que nadie debe tocarlo si él no quiere, que sabes que los mayores mienten y que tiene derecho a defenderse y protestar si alguien hace algo que no le guste.


Consuelo de mamá

Pero sobre todo, lo más importante es enseñar desde pequeños a tus hijos que tú eres su apoyo, que no deben tener secretos contigo. Debe saber que una madre está para ayudarle a enfrentarse a cualquier problema que encuentre en su vida.

Si es posible demostrarlo, denuncia, siempre consulta a un abogado y a un terapeuta especialista en este tipo de casos, ya que a veces los procesos judiciales se hacen largos y hay que estar preparados para soportarlo.

Si no es posible demostrarlo, jamás le sugieras que guarde silencio, sentirá culpa y vergüenza, pero no es él quien ha hecho nada malo. Pide ayuda, cabeza alta y vista al frente, mantén el refuerzo positivo pase lo que pase alrededor.

Consejos para ayudarte a gestionarlo

Si detectas este tipo de problema en tu hogar, mantén una actitud serena, y no le hagas sentir que dudas de su palabra. 

Lo más probable es que la rabia, el dolor y la frustración, se apoderen de ti. Pero son sentimientos negativos que en lugar de ayudar a sanar a tu hijo, podrían empeorar una situación de por sí dramática.

preocupaciones en los niños

Desahógate, acude a terapia y piensa en tu hijo, necesita verte fuerte. Te necesita más que nunca.

Nadie tiene derecho a juzgar, criticar, ni siquiera a opinar sobre lo que no sabe por experiencia propia si nos referimos a una situación tan grave. Lo justo es que no escuches a quien no tiene información suficiente como para valorar la verdadera magnitud de la situación, puesto que su criterio se basa en prejuicios.


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