¿Sabes que son los derechos asertivos? Tanto si has escuchado hablar de ellos como si no, debes saber que son principios que rigen la comunicación y las relaciones interpersonales. En ocasiones, son pasados por alto y esto generan malentendidos ya que tienen un papel muy importante en la vida cotidiana de las personas.
Para que entiendas un poco mejor cómo son los derechos asertivos, vamos a hablarte sobre qué consisten y cómo puedes aplicarlos en tu vida. Comprender y practicar estos derechos podría ser significativo para mejorar las relaciones personales y profesionales, así como tu bienestar en general.
Qué son los derechos asertivos
Los derechos asertivos son un conjunto de principios que se centran en cómo debemos ser tratados y en cómo debemos tratar a los demás durante la comunicación y las interacciones. Estos derechos se basan en el principio fundamental de que todas las personas merecen ser tratadas con dignidad y respeto, sin importar su género, edad, orientación sexual, religión, raza u otros factores.
Para que entiendas un poco mejor cuáles son los derechos asertivos básicos y que así valores si los tienes en cuenta en tu vida, ten en cuenta lo siguiente. Todos tenemos derecho a:
- Ser tratado con respeto y dignidad: todos merecen ser tratados con cortesía y consideración en cualquier situación.
- Expresar tus pensamientos, sentimientos y opiniones: tienes el derecho de comunicar abierta y honestamente lo que piensas y sientes.
- Decir «no» sin sentirte culpable: puedes negarte a hacer algo sin sentirte obligado a justificar tu decisión.
- Establecer y mantener límites personales: puedes definir los límites de tu espacio personal y emocional.
- Cometer errores y aprender de ellos: todos somos humanos y cometemos errores; aprender de ellos es un proceso natural.
- Cambiar de opinión: puedes cambiar de parecer a medida que adquieres nueva información o evolucionan tus circunstancias.
- Pedir lo que necesitas: es válido expresar tus necesidades y solicitar ayuda o apoyo cuando sea necesario.
- Recibir información y tomar decisiones: tienes el derecho de obtener información completa y precisa para tomar decisiones informadas.
- Ser escuchado y tomado en serio: tu voz y tus preocupaciones deben ser respetadas y consideradas.
- No ser responsable de los sentimientos y acciones de los demás: no debes cargar con la responsabilidad de las reacciones emocionales de los demás.
Estos derechos son fundamentales para una comunicación efectiva y para mantener relaciones saludables. Sin embargo, es esencial recordar que ejercer estos derechos de manera equilibrada y respetuosa es la clave para evitar caer en la agresión o la pasividad en la comunicación.
Por qué los derechos asertivos son tan importantes
Los derechos asertivos son fundamentales para el bienestar emocional y la salud de nuestras relaciones. Cuando una persona no se siente capaz de ejercer sus derechos asertivos, es más propensa a experimentar estrés, ansiedad, depresión y problemas de autoestima. Esto se debe a que sentir que tus derechos son ignorados o violados puede generar una sensación de falta de control y autoestima baja.
Por otro lado, cuando las personas son capaces de ejercer sus derechos asertivos de manera adecuada, se establecen límites saludables en las relaciones, se reduce la ansiedad social y se fomenta una comunicación abierta y efectiva. Esto puede llevar a una mayor satisfacción en la vida personal y laboral.
Diferencia entre asertividad, agresión y pasividad
Es esencial comprender la diferencia entre asertividad, agresión y pasividad, ya que esto es crucial para ejercer los derechos asertivos de manera efectiva. En ocasiones las personas utilizan estrategias pasivas y agresivas para manipular a otros y que realicen acciones beneficiosas para uno mismo, por eso es tan importante entender la diferencia.
Asertividad
La asertividad implica expresar tus necesidades, deseos, pensamientos y sentimientos de manera directa y respetuosa. Se trata de comunicarse de manera honesta sin herir o despreciar a los demás. Ser asertivo implica defender tus derechos sin violar los derechos de los demás.
Agresión
La agresión implica expresar tus necesidades, deseos, pensamientos y sentimientos de manera ofensiva, humillante o despectiva hacia los demás. La agresión busca imponer tus puntos de vista sin considerar los derechos y sentimientos de los demás.
Pasividad
La pasividad implica no expresar tus necesidades, deseos, pensamientos y sentimientos. Las personas pasivas tienden a permitir que otros dominen la conversación o ignoren sus derechos. La pasividad puede llevar a la frustración y a sentir que tus derechos no son respetados.
Cómo ejercer tus derechos asertivos
Ejercer tus derechos asertivos de manera efectiva implica práctica y autoconocimiento. Si tienes hijos, esto aún se convierte en algo mucho más importante porque aprenderán de ti a validar sus propios derechos asertivos y hacerlos valer en su día a día. Aquí hay algunos pasos que puedes seguir para mejorar tus habilidades asertivas:
- Identifica tus derechos: comienza por reconocer cuáles son tus derechos asertivos. Esto te ayudará a tener claro lo que mereces en tus interacciones con los demás.
- Comunica de manera asertiva: aprende a expresar tus pensamientos, sentimientos y necesidades de manera directa pero respetuosa. Evita la agresión o la pasividad.
- Establece límites: aprende a establecer límites personales para proteger tus derechos y tu bienestar. Los límites son esenciales para mantener relaciones saludables.
- Aprende a decir «no»: decir «no» de manera asertiva no implica ser grosero o insensible. Puedes decir «no» de manera amable pero firme cuando sientas que es necesario.
- Escucha a los demás: la asertividad no solo implica expresar tus propios derechos, sino también escuchar los derechos de los demás. Practica la escucha activa y demuestra respeto hacia los demás.
- Practica la empatía: intenta comprender los sentimientos y perspectivas de los demás, incluso si no estás de acuerdo con ellos. La empatía es fundamental en las interacciones asertivas.
- Aprende a manejar las críticas y el rechazo: cuando ejerces tus derechos asertivos, es posible que enfrentes críticas o rechazo. Aprende a manejar estas situaciones de manera constructiva.
Aplica los derechos asertivos en tu vida diaria
Los derechos asertivos se pueden aplicar en la vida cotidiana y es importante que lo hagas tanto en al ámbito personal como laboral. Si no sabes cómo empezar a hacerlo, a continuación te epxplicamos algunos ejemplos para que puedas empezar a hacerlo desde hoy mismo:
Trabajo
- Tienes el derecho de ser tratado con respeto por tus colegas y superiores.
- Puedes expresar tus opiniones y sugerencias en reuniones de trabajo.
- Puedes establecer límites en cuanto a tu carga de trabajo para evitar el agotamiento.
- Puedes pedir retroalimentación y aclaraciones en tareas y proyectos.
Relaciones personales
- Tienes el derecho de decir «no» a compromisos que no puedes cumplir.
- Puedes expresar tus sentimientos y necesidades en una relación de pareja.
- Puedes establecer límites en cuanto a lo que consideras aceptable en una amistad o relación familiar.
- Tienes el derecho de ser escuchado y comprendido por tus seres queridos.
Situaciones cotidianas
- Puedes expresar tus preferencias en la elección de actividades y planes.
- Tienes el derecho de recibir un servicio o producto de calidad cuando realizas una compra.
- Puedes pedir información adicional antes de tomar decisiones importantes.
- Tienes el derecho de recibir un trato justo y respetuoso en lugares públicos.
Beneficios de ejercer tus derechos asertivos
Ejercer tus derechos asertivos conlleva numerosos beneficios que pueden mejorar tu vida en general. Algunos de estos beneficios incluyen:
- Mejora de la autoestima: al ejercer tus derechos asertivos, te sientes más seguro de ti mismo y valoras tus propias necesidades y deseos.
- Relaciones más saludables: las relaciones en las que se respetan los derechos asertivos suelen ser más satisfactorias y menos conflictivas.
- Menos estrés y ansiedad: al comunicarte de manera efectiva y establecer límites, reducirás el estrés y la ansiedad en tu vida.
- Toma de decisiones más informada: al ejercer tu derecho a recibir información y tomar decisiones, tomas decisiones más conscientes y acertadas.
- Mayor satisfacción en el trabajo: la asertividad en el entorno laboral puede mejorar tus relaciones con los compañeros y superiores, lo que puede llevar a un mayor éxito y satisfacción en tu carrera.
Obstáculos para ejercer tus derechos asertivos
A pesar de los beneficios, existen obstáculos comunes que pueden dificultar la aplicación de los derechos asertivos. Es importante que conozcas estos obstáculos para que puedas reconocerlos y así, que puedas entender cuándo te están ocurriendo.
- Miedo al rechazo: el temor a que los demás no acepten tus opiniones o necesidades puede hacer que evites ser asertivo.
- Falta de autoestima: una baja autoestima puede llevar a la creencia de que no mereces respeto y consideración, lo que dificulta ejercer tus derechos asertivos.
- Conflictos previos: experiencias previas de conflictos pueden hacer que evites expresar tus opiniones o necesidades por temor a generar discordia.
- Cultura y normas sociales: algunas culturas y normas sociales pueden promover la pasividad en lugar de la asertividad.
- Inseguridad en las habilidades asertivas: la falta de habilidades asertivas puede hacer que te sientas inseguro al expresar tus derechos.
Cómo superar los obstáculos
Superar los obstáculos para ejercer tus derechos asertivos requiere trabajo y práctica. Aquí hay algunas estrategias que pueden ayudarte a superar estos obstáculos y que puedas tener una vida más plena:
- Trabaja en tu autoestima: aprende a valorarte a ti mismo y a creer que mereces ser tratado con respeto y consideración.
- Aprende habilidades asertivas: invierte tiempo en aprender y practicar habilidades asertivas, como la comunicación efectiva y el establecimiento de límites.
- Enfrenta tus miedos: reconoce y enfrenta tus miedos relacionados con la asertividad. A menudo, descubrirás que los resultados son mucho menos negativos de lo que temías.
- Busca apoyo: si sientes que no puedes superar ciertos obstáculos por tu cuenta, busca el apoyo de un terapeuta o consejero que te ayude a desarrollar tus habilidades asertivas.
- Cuestiona normas culturales y sociales: no tengas miedo de cuestionar normas culturales o sociales que promuevan la pasividad. Reconoce que tienes el derecho de expresar tus opiniones y necesidades.
Los derechos asertivos son la base de la comunicación efectiva y el respeto en las relaciones interpersonales. Aprender a ejercerlos de manera respetuosa y equilibrada es un paso significativo hacia una vida más satisfactoria y saludable tanto para ti como para tus hijos.