Durante el embarazo son tantos los cambios que vamos a notar que muchas te pueden pillar de sorpresa. Quizás lo que para una persona es habitual, en el embarazo puede ser todo lo contrario. Sí, se trata de una época de cambios y de nuevos descubrimientos con el propio cuerpo. De ahí que si tienes diarrea en el embarazo, quizás te preocupes y quieras saber cuándo ir al médico.
Porque en todo momento pensamos en el bienestar de nuestro bebé. Por eso, vamos a conocer cuáles pueden ser las causas que la provoquen y los mejores remedios para intentar solventarla antes de acudir a que te mire tu médico. No debemos alarmarnos, pero lo cierto es que sí debemos tenerlo muy en cuenta y actuar cuanto antes.
Las causas de la diarrea en el embarazo
Es cierto que el embarazo en sí puede causar diarrea y es un síntoma muy común. Porque tiene como consecuencia una serie de causas que son las siguientes:
- Los cambios hormonales: sobre todo durante el primer trimestre son más notables y por eso hace que el cuerpo dé un gran giro. Pero esto no quita que también en un estado más avanzado de gestación no aparezca. Ya sabes que las hormonas se apoderan de todo, hasta de nuestro intestino, haciendo más lenta cada uno de los procesos habituales.
- El intestino estará más sensible ante ciertos alimentos. No importa si antes los consumías sin problema, puede que ahora te produzcan malestares.
- Los cambios de dieta: siempre solemos hacer algunos cambios en nuestra alimentación. Ya sea por llevar un embarazo más saludable o bien, por incluir más frutas o verduras que pueden alterar nuestra digestión.
- Los lácteos: Los pasteurizados son totalmente recomendados durante el embarazo. De manera que su ingesta puede que sea superior gracias a todo el calcio y aportes nutritivos que nos ofrecen. Pero en ocasiones, puede que el cuerpo no los tolere como nos gustaría.
- Infecciones como puede ser una gastroenteritis puede aparecer en nuestra vida en el momento más preciso.
Cuando es más frecuente sufrir de diarrea durante el embarazo
Ya mencionamos que en el primer trimestre sí suele ser frecuente debido a los cambios hormonales. Pero recuerda que durante el segundo trimestre también puede aparecer alguna de las causas anteriores y por ello, sufrir de este problema. En esta etapa lo más frecuente es que sea provocada por alguna infección o bien, por la digestiones más pesadas. Mientras que cuando llegamos al tercer trimestre se dice que la diarrea puede indicar que se acerca el momento de conocer a tu bebé. Esto hace que sientas más presión y no solo física sino que también tus niveles de estrés pueden incrementarse y alterar por completo tu cuerpo.
Cuándo debo acudir al médico
Desde el momento en el que comienza, necesitas hacer algunos cambios en tu dieta para intentar mejorarla. ¿De qué manera? Intentando beber más agua y aumentar el consumo de alimentos como arroz o patata cocida, por ejemplo y dejar de lado los alimentos que contengan más fibra, al menos de momento. Porque de este modo, se intentará frenar pero también evitar que la mujer se deshidrate, algo que sí provocaría importantes consecuencias. Lo que nunca debes hacer es automedicarte, sino que siempre debes preguntar antes a tu médico.
Dicho esto, debes considerar que si en menos de 48 horas no has notado mejoría, entonces sí que debes pedir cita urgente con el médico. Para que de este modo pueda evaluarte y darte las mejores recomendaciones. Incluso, no esperes tanto tiempo si además de la diarrea sientes escalofríos o tienes fiebre, si va acompañado de calambres o dolores abdominales y si la orina es menos frecuente y bastante oscura. Porque todo ello son síntomas inequívocos de que hay un problema de fondo.
Qué debo comer para prevenir o mejorar
Recuerda que alimentos como el arroz blanco o la patata son perfectos. Pero también los caldos o sopas caseros. Porque de este modo le estarás dando más agua al cuerpo. Intenta relajarte y descansar porque ya sabes que el estrés tampoco es bueno y menos en estos casos. Evita los yogures o la leche durante ese día para ver si con ello mejoras. La manzana o hasta tomar una gelatina de postre pueden ayudarte.