El uso de la almohada en los bebés

Son muchos los padres los que dudan a la hora de ponerle o evitar el uso de la almohada en sus hijos pequeños. Es verdad que en el caso de los adultos, el uso de la misma es recomendable para evitar posibles daños cervicales.

Por el contrario, en el caso de los bebés, los profesionales desaconsejan por completo el uso de la almohada. A continuación vamos a hablarte sobre todo este tema para que tengas la información importante a tu alcance.

Los bebés no deben usar almohada

El cuerpo de un bebé se está formando durante sus primeros años de vida, por lo que debe tener la cabeza apoyada en un colchón firme. Si se pusiera un colchón, el bebé estaría forzando en exceso el cuello.

Otro de los motivos por los que desaconseja el uso de la almohada en los pequeños se debe al riesgo que existe de sufrir la muerte súbita. La almohada podría llegar a asfixiar al bebé, en el caso de que se moviera mientras duerme y la propia almohada le tapa la cara.

Los expertos en el tema, dan una serie de consejos en lo que se refiere al bebé y al momento de acostarlo en la cama:

  • Lo más aconsejable es el acostar al pequeño en un colchón lo más firme posible para que su cuerpo no sufra ningún tipo de problema.
  • La zona en la que va a dormir debe estar libre de peluches o de cojines para evitar el riesgo de asfixia. Por otra parte, es importante el proteger los barrotes de la cuna para evitar futuras lesiones.
  • El bebé no debe usar en ningún momento sábanas o colchas que le ayude a protegerse del frío. Podría llegar a asfixiarse y sufrir una muerte súbita. En tal caso, lo mejor es optar por un saco de dormir que le ayude a entrar en calor y no pasar nada de frío mientras se encuentra durmiendo.

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Cuándo usar la almohada con los niños

Lo más aconsejable y recomendable es empezar a usar la almohada a partir de los dos años de edad. La misma debe ser firme y delgada aunque los expertos insisten en que el uso de la almohada debe ser lo más tarde posible.

Desde el punto de vista físico al cumplir los dos años de edad, el pequeño ya está más desarrollado y no hay ningún tipo de peligro de dañar el cuello. Es esencial que la almohada que se use esté fabricada de algodón, ya que se trata de un material que puede permitir que el niño respire sin problemas y de manera adecuada. Hay almohadas elaboradas con poliéster que son bastante peligrosas para un niño pequeño. Además de tratarse de un material que puede llegar a dificultar la respiración del pequeño, suele provocar un calentamiento bastante alto en la zona del cuello y de la cabeza.

Por otra parte, la almohada que use el pequeño debe llevar una funda que sea suave además de lavable y así facilitar la respiración y evitar el riesgo de sufrir la muerte súbita.

En definitiva, los expertos en el tema aconsejan en todo momento el evitar el poner una almohada al niño hasta que no sea lo bastante mayor. Son muchos los padres los que a partir de los dos años de edad se decantan por empezar a usar una almohada en la cama de su hijo. Otros por el contrario esperan a que el niño sea mucho mayor antes de comenzar a usar la almohada.


Si eliges la opción del colecho, una práctica muy extendida a día de hoy, tu hijo no va a necesitar una almohada a la hora de dormir. Lo que si debe quedar en todo momento claro es que los bebés de menos de dos años no deben dormir bajo ningún concepto con una almohada. Existe un riesgo bastante alto de que el bebé se mueva mientras duerme y puede llegar a asfixiarse por la culpa de la almohada.


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