Recientemente hemos mencionado en numerosas ocasiones el juego simbólico en Madres Hoy. Lo hicimos al hablar de la pedagogía Pikler o cuando esta semana os recomendábamos juguetes para niños de 6 a 8 años. Pero, ¿qué es y en qué consiste el juego simbólico?
El juego simbólico es muy importante para los mas pequeños ya que contribuye a que desarrollen tanto su creatividad como otras muchas habilidades. Y es que ese juego de usar objetos para representar otros permite la puesta en práctica de conductas aprendidas a través de la observación.
¿En qué consiste el juego simbólico?
El juego simbólico es cualquier actividad en la que los niños recrean un escenario a través de diferentes objetos y/o representan simbólicamente personajes y actividades cotidianas para su entretenimiento. Un ejercicio, en definitiva de creatividad y observación.
¿Necesitas ejemplos? Cuando los niños utilizan cajas de cartón para construir un fuerte o simulan que la escoba es un caballo hablamos de juego simbólico. Pero también cuando ejercen de maestros de sus peluches o junto a otros niños juegan a papas y mamas.
El juego simbólico estimula así el aprendizaje de los mas pequeños y contribuye a desarrollar habilidades y competencias socioemocionales. Por eso es tan importante y por eso como padres debemos promoverlo e incitarles a ello.
Beneficios del juego simbólico
Como hemos mencionado, el juego simbólico es muy importante durante los primeros años del niño y aporta numerosos beneficios a su desarrollo. Y de estos hablamos a continuación, ya que mejoran tanto sus funciones intelectuales, como sociales, físicas o psíquicas.
- Promueve y estimula su creatividad.
- Les ayuda a exteriorizar sentimientos y emociones como miedo, rabia, o tristeza a través de otros personajes.
- Incentiva la adquisición de nuevas conductas.
- Cuando el juego simbólico se practica en grupo, su vocabulario se amplía.
- Además, estimula el aprendizaje de competencias sociales y habilidades como la cooperación y el trabajo en equipo.
- Contribuye al conocimiento del entorno y del funcionamiento de las cosas.
¿A qué edad comienzan a desarrollarlo y cómo?
Alrededor de los 8 meses los niños comienzan a observar con mas atención y explorar su entorno. Es entonces cuando comienzan a ser conscientes que el sonajero hace ruido al caer al suelo o que los coches hacen “broom, broom”… los sonidos se convierten entonces en una herramienta de provocación y juego.
Sin embargo no es hasta alrededor de los dos años cuando los niños adquieren las capacidades necesarias para desarrollar el juego simbólico. Y es que a media que desarrollan su imaginación y lenguaje, crece su capacidad de crear escenarios y representar situaciones mas complejas.
Te darás cuenta que cuando tu hijo comience a jugar tenderá a hacerlo de forma convencional, siguiendo unas normas por así decirlo. Los coches serán coches, los teléfonos de juguete servirán para hablar y las tazas de la cocinita para beber agua.
Sin embargo, habrá un momento en el que esto cambie. Un coche podrá ser también un avión, un vaso de plástico una montaña, una escoba un caballo y una caja una casa. Comenzará a usar un objeto para representar otro diferente y se adentrará en el juego simbólico. Un tipo de juego cuyas posibilidades llegarán a máximos cuando comience a jugar al lado de otros niños o con otros niños a los 4 o 5 años.
El juego simbólico en grupo invitará a los niños a llegar a acuerdos para establecer normas e incluso metas. Entrarán en juego los roles e incluso serán capaces de generar secuencias. El juego se convertirá entonces en una combinación de aquello que imaginan y aquello que observan. Un día se convertirán en papás y mamás, otro en maestros alumnos, otro en tripulantes de un avión… y como madre podrás aprender mucho sobre como ven el mundo observando sin intervenir mientras se divierten
¿Conocías el término juego simbólico? ¿Te ha quedado claro en qué consiste el juego simbólico y como se desarrolla? Resulta esencial y muy beneficioso en la infancia por lo que no dudes en promoverlo.