Preocupa a muchos padres como ganarse la confianza de sus hijos, sobre todo cuándo se va acercando la adolescencia. Pero esa confianza debe formarse mucho antes para poder tener un vínculo de respeto y proximidad, donde nuestros hijos se sientan seguros de contarnos cosas que les preocupen o que puedan recurrir a nosotros si tienen algún problema.
Lo mejor es siempre comenzar cuanto antes. Os dejamos con una serie de consejos que os dejamos aquí para que vuestra relación padres-hijos sea más de tú a tú, y se cree la confianza necesaria para que haya una comunicación fluida.
Los padres no son amigos
En un intento desesperado de los padres por acercarse a sus hijos algunos pretenden ser sus “colegas”. Los niños ya tienen suficientes amigos, lo que necesitan de ti es otra cosa. Necesitan que seas un ejemplo de autoridad cercana y experiencia. No te pongas en su nivel o perderás todo su respeto.
Según van creciendo nuestros hijos se vuelven más independientes. Ya no necesitan que les digamos que deben ponerse o a qué hora tienen que ir a dormir. Intentando seguir tratándolos como niños solo hará que la comunicación se corte y se vuelva monosilábica.
La prioridad de todos los padres para tener una relación sana con sus hijos es trabajar la comunicación fluida. Aunque esta parte se complica con la adolescencia. No se trata de ser muy estrictos o de ser muy tolerantes. Se trata de llegar a un punto medio de confianza, autoridad y respeto mutuo.
Consejos que hay que evitar
- No hagas interrogatorios: a nadie le gusta que le estén preguntando constantemente sobre cosas que ni siquiera te interesan. Pregúntale sobre temas que le puedan interesar y muéstrale que respetas sus gustos aunque no los compartas.
- No hacer monólogos: Es fantástico que hablemos con nuestros hijos pero mejor aún es saber escuchar. Tiene que haber conversaciones bidireccionales. En muchas ocasiones tu hijo va a querer comunicarte algo pero si ve que no se le deja hablar pondrá una barrera y no dirá nada.
- No juzgues: Aquí viene lo difícil. Como padres pensamos que sabemos todo lo bueno y lo malo que le conviene a nuestros hijos. Somos jueces y verdugos de todo lo que sucede, y emitimos juicios de valor sin ser pedidos. Esto lo que ocasiona es alejamiento por miedo a ser juzgados.
Consejos para ganarse la confianza de nuestros hijos
- Valora lo que le importa: involúcrate en sus gustos y aficiones, muéstrate interesado en lo que le importa. También puedes buscar actividades que podáis hacer juntos y que os gusten a todos.
- Dar ejemplo: los niños aprenden de lo que ven más de lo que parece. Así que si quieres trasmitir calma, asertividad y empatía deberás de fomentarlo en tu hogar antes que en ningún sitio.
- Atención: unos minutos al día son necesarios para acercarte a ellos, preguntarles como se sienten o acerca de sus hobbies.
- Aconséjale sin censurar: está muy relacionada con la parte de “no juzgar”. Los padres tenemos que respirar y controlar nuestro vocabulario, o se volverá contra nosotros.
- Respeta su intimidad: los niños según van creciendo necesitan tener su espacio personal donde ir desarrollando su personalidad. Debes respetar que hay cosas que no quiera contar. Todos hemos sido adolescentes alguna vez y lo difícil que es ser uno.
- Intégralo en tu vida: hazle partícipe de tu vida, pregúntale su opinión sobre decisiones que tienes que tomar, que vea que le tienes en cuenta y que aprecias su aportación. Para crear un clima de confianza debe ser mutuo.
- Diles la verdad: no podemos pedir algo si nosotros mismos no lo estamos dando. Si queremos confianza y que nos digan la verdad, también tendremos que hacerlo nosotros. No se puede confiar en alguien que te miente o te oculta información aunque sea “por tu propio bien”. No hace falta que des todos los detalles posibles, sino decir la verdad.
Todos estos consejos tienen algo en común: crear en tu hogar un clima de comunicación abierto, donde cada uno se sienta libre de expresarse.
Por que recuerda… si confías en él, él confiará en ti.