Muchos padres se quejan de que sus hijos no son capaces de concentrarse con nada, que en seguida se distraen con cualquier cosa. Pero lo cierto es que la atención es un proceso cognitivo que se va desarrollando con el tiempo. No nacemos con toda nuestra capacidad de atención al 100% sino que es algo que se va alcanzando según nuestro desarrollo. Por todas estas dudas y preocupaciones hoy vamos a hablar de la atención y concentración en niños.
¿Cómo es la atención en los niños?
La atención es un proceso psicológico básico que consiste en detectar de todos los estímulos que recibimos a través de nuestros sentidos, los estímulos que son importantes de los que no. ¿Qué ocurre con los niños? Pues que los más pequeños están bombardeados con estímulos nuevos y atractivos que provoca que les cueste mantener la atención durante demasiado tiempo. Les cuenta descartar estímulos ya que todos parecen atrayentes. El cerebro humano no está preparado para atender a tanta información y por eso aparecen los problemas de atención y concentración en niños.
Según el niño va creciendo sus tiempos de concentración y atención aumentan. Es decir que los niños no tienen la capacidad de atención de un adulto, sino que es algo que va aumentando con su propia evolución. Cuanto más pequeños sean más llamarán más su atención aquellas actividades y estímulos atractivos para ellos mientras que les costará mantener el foco en actividades menos atractivas. Según crecen, su capacidad de atención también aumenta y son capaces de dirigir esa atención de forma voluntaria.
Os dejo una tabla estimativa de tiempos de concentración por edades:
Edades – Tiempo promedio de concentración
1 año – 3 a 5 minutos
2 años – 4-10 minutos
3 años – 6-15 minutos
4 años – 8-20 minutos
5 años – 10-25 minutos
6 años – 12-30 minutos
7 años – 14-35 minutos
8 años – 16-40 minutos
9 años – 18-45 minutos
10 años – 20 a 50 minutos
+10 años – hasta una hora.
¿Se puede mejorar la atención y concentración en niños?
Por supuesto. Todos los niños pueden mejorar su capacidad de atención y concentración. Lo primero que debemos tener claro los padres es a no exigir más allá de las capacidades del niño. Para desarrollar la atención es necesario que maduren ciertas estructuras cerebrales que no pueden lograrse a la fuerza. Hay que ser conscientes de hasta donde pueden llegar y no pretender que tengan la atención de un adulto.
Para poder ayudarle a trabajar en su atención tendrás que observarle. Conoce qué actividades mantienen más su atención y en qué momentos del día está más receptivo. Crea un espacio adecuado donde poner jugar y estimular su atención, libre de distracciones (que no haya ruidos, ni teléfonos, televisión…). Según la edad de tu hijo sabrás aproximadamente por la tabla cuanto tiempo puede estar concentrado, no le pidas más. Puedes comenzar con actividades que le interesen y atraigan al niño, para activar su atención.
También podemos cambiar las tareas del niño cada cierto tiempo para hacerlo más ameno, dejando lo más difícil para cuando esté más descansado y tenga más tiempo. Una buena rutina de estudio, con una hora marcada para dedicar a las tareas del colegio, es una forma de acostumbrar al niño y a su mente a dedicar su atención a esa actividad en concreto.
Importante mantener descansos para no saturar al niño, es la mejor manera para recuperar la atención. Otra parte importante para la motivación es marcar metas y objetivos.
Hay muchos juegos y actividades que ayudan a los niños a trabajar en este proceso cognitivo básico como vimos en el artículo “Juegos para desarrollar la atención en niños”. Son juegos que podemos hacer en casa y que les ayudará a desarrollar su proceso de atención. No hay mejor manera de aprender que a través del juego y la diversión, y que además podemos hacer en familia.
Porque recuerda… tu hijo no tiene porqué ser hiperactivo solo porque no mantenga la atención. Sus estructuras cerebrales necesitan de desarrollo para mantener la concentración.