Ser receptivo a tu pareja es importante para una relación honesta. Por supuesto que te gusta escuchar palabras tiernas de tu pareja, ¿quién no? Además es un buen ejemplo para tus hijos, ¡en realidad es necesario!
Al principio, la relación es más física, haces lo mejor que puedes para complacerte, pero a medida que pasa el tiempo, la atracción sexual desaparece un poco… Y es la complicidad y la familia los que forman un vínculo fuerte entre vosotros.
Estás contento con tu pareja, es como un sueño hecho realidad, pero ten en cuenta que seguramente habrá una o dos cosas sobre ti que le resulten difíciles de aceptar. Si realmente quieres trabajar hacia la honestidad en una relación y en tu familia, y además quieres que esa relación sea a largo plazo, realmente necesitas escuchar estas cosas sin estar demasiado a la defensiva. Debes comprender lo que está diciendo, hablar con una mente abierta y ver cómo puede cambiar la situación.
Ser honesto significa compartir
Cuando estás enamorado y listo para la verdadera honestidad en una relación y en tu familia, compartes tu dolor, tus sentimientos, tus engaños, ambiciones y problemas como algo natural. Con el tiempo, tu relación se ha desarrollado enormemente. Habéis superado con éxito los primeros obstáculos, os sentís cómodos el uno con el otro y la relación parece segura.
Si quieres una relación y una familia sostenible y honesta, debes compartirla. Compartir no necesariamente significa comparar notas sobre tus asuntos pasados a menos que, por supuesto, ayude con la curación. Compartir ansiedades como problemas de dinero es vital para una relación honesta, especialmente si uno de vosotros es irresponsable en los hábitos de gasto, por ejemplo. Piensa en lo injusto que sería entablar una relación basada en tal deshonestidad.
Para muchas personas, la honestidad es la mejor calidad que puede tener una pareja y una familia. Es fácil entender por qué, la honestidad es reconfortante, te da cierta tranquilidad y si quieres una relación significativa basada en la confianza, lo correcto es ser honesto. Como dijo Benjamin Franklin, la honestidad es la mejor política.