La adolescencia es una etapa complicada tanto para los padres como para los propios hijos que están pasando por esta etapa. Quizá te intente hacer sentir culpable recriminándote que no le entiendes o incluso, es posible que te diga palabras como que te odia o que no eres nadie para él o ella. Obviamente, son solo palabras de emociones que no saben canalizar adecuadamente y no debes tomarlo como un ataque personal.
Cuando un hijo adolescente te ataca, no es algo que tenga que ver contigo, son sus sentimientos, su dificultad de controlarse, su inmadurez para comprender y expresar sus emociones. Te necesitan más que nunca, necesitan que seas su guía… Aunque te lo nieguen en rotundo o intenten hacerte ver que no te necesitan para nada.
Si te tomas estos ataques de forma personal, solo conseguirás darle poder y que piense que no tienes capacidad suficiente ni autocontrol, lo que le hará sentirse inseguro y que la pelea en el hogar esté asegurada. Si cuando tu hijo adolescente tiene una rabieta, después la tienes tú también… Solo habrá problemas en el hogar. Si no quieres tomar de forma personal los ataques de tus hijos adolescentes deberás recordar lo siguiente:
- Toma una respiración profunda
- Deja que el dolor de sus palabras se vaya, recuerda que no son palabras que realmente estén dirigidas a ti
- Recuerda que debe aprender a entender sus emociones
- No le grites ni tengas respuestas agresivas
- Intenta empatizar con tu hijo y ponerte en su lugar, recuerda lo que se siente al ser un niño que está molesto y que no sabe reaccionar adecuadamente
- Piensa en cómo responder con calma y de forma constructiva
- Establece límites en tono tranquilo
- Permite que tu hijo sepa que estás a su lado y no en su contra
- Actúa desde el amor y el respeto
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