Lo normal es que los niños sean cuidados por sus padres. Sin embargo no en todas las familias es así y hay en algunas en las que incluso se invierten por completo los roles, siendo los hijos quienes terminan asumiendo las responsabilidades de sus padres e incluso haciendo de padres de sus propios padres. Es lo que se conoce como parentificación.
Los niños deben en función de la edad aprender a realizar ciertas tareas e incluso responsabilizarse de ellas. Pero cuando es una dinámica disfuncional la que obliga a los niños a asumir tareas como las de cuidar, cocinar o cualquiera que represente una responsabilidad mayor de lo que corresponde a su edad y madurez se convierte en un problema. Un problema que afecta no solo al niño, sino a su yo adulto.
¿Qué es la parentificación?
El término parentificación fue acuñado por el psiquiatra húngaro-estadounidense Iván Böszörményi-Nagy, quien observó que este fenómeno era muy común en las familias disfuncionales. En familias donde no están bien definidas las funciones y los roles de padres e hijos.
Este proceso se agrava cuando los padres tienen problemas para integrarse en la sociedad porque: sufren algún tipo de trastorno de la personalidad, como el trastorno narcisista o dependiente; padecen depresión o ansiedad; son alcohólicos o drogodependientes; y/o experimenta dificultades económicas severas. Condiciones que imposibilitan al padre y/o madre a ejercer como tal.
Tipos de parentificación
Existen dos tipos de parentificación, la emocional y la física o instrumental. Nunguna de las dos es positiva, pero la primera es la que mayores consecuencias tienen en los niños, no solo mientras son niños sino también cuándo crecen.
- Emocional. Ocurre cuando los padres esperan que sus hijos les reconforten emocionalmente. Es decir que sean ellos quienes los tranquilicen cuando estén alterados o que los protejan de las consecuencias emocionales derivadas de sus actos. Se hacen así dependientes de los mas pequeños y esperan que estos desempeñen un rol activo en su bienestar.
- Física o instrumental. En este tipo de parentificación los niños se hagan cargo de las necesidades domésticas o económicas, como preparar comidas, ocuparse de las compras, cuidar de otros hermanos o, incluso, trabajar. Tareas cuya responsabilidad debe ser de los padres.
Consecuencias en el niño
¿Cómo afecta haber sufrido parentificación durante la niñez? Esta suele moldear niños y niñas hiperresponsables con dificultades para relajarse. Niños y niñas que sienten la necesidad de ser autosuficientes y que ven como una molestia pedir ayuda.
La hiperresponsabilidad y autosuficiencia son a menudo valoradas como cualidades positivas y premiadas. Sin embargo, en el caso de estos niños estas cualidades se adquieren por necesidad y de golpe lo que puede presentar graves consecuencias en su desarrollo psicológico.
Es habitual que un niño víctima de la parentificación sufra alteraciones en el desarrollo físico, emocional, intelectual y social. La sensación de que nunca tuvo una infancia y la imposibilidad de hacer caso a sus sentimientos en pro de los de sus padres y/o hermanos suele derivar en dificultades de comunicación durante la adolescencia.
La necesidad de desarrollar cierta independencia y de aprender determinadas cosas antes de lo normal podría tener repercusiones positivas en el adulto de mañana. Sin embargo, solo podrás ser así si las heridas emocionales no son demasiado profundas y no repercutir en su vida como adulto.
¿Conocías el término parentificación? ¿Habías oído hablar de este peligroso cambio de roles entre padres e hijos? No suele ser fácil identificarlo ya que sin conocer a la familia la actitud del niño podría disfrazarse de «niño muy responsable» al que todos halagan. Pero, ¿conoces algún caso o has oído hablar de alguno?