Cuando hay niños pequeños, y sobre todo bebés, hay que ser especialmente precavidos sobre qué plantas poner en el interior de la casa. Y es que, por desgracia, algunas de ellas son tóxicas para las personas, así que imagina cuando hay bebés en casa. Es más frecuente de lo que parece la intoxicación por este tipo de plantas, ya sea por una reacción alérgica o reacciones en la piel, o en los casos más graves por ingestión.
Algunas de las plantas más comunes y tóxicas las puedes encontrar en los jardines, patios e interior de las casas. Te pasamos una lista de las más comunes, aunque puede que en tu región reciban otro nombre. Son tóxicas las azaleas, caladium, narcisos, oreja de elefante, bayas de acebo, jacinto, lantana, muérdago, adelfa, filodendro, rananculus y glicinas. No te alarmes, ya que la mayoría de estas plantas tienen que ser ingeridas en grandes cantidades para provocar lesiones graves, pero a nadie le gusta llevarse un susto.
Cómo evitar accidentes con tu bebé
Aunque parezca obvio, si quieres evitar que tu bebé se intoxique con una planta, no la pongas a su alcance. Explícale a tu hijo que no las toque, o se las lleve a la boca. Los bebés más expuestos son los bebés que tienden a llevarse todo a la boca, y los niños y niñas de 4 o 5 años, a los que les gusta jugar a experimentar en la cocina o con pócimas.
Por lo general las plantas más tóxicas tienen un sabor muy desagradable, amargo o agrio, así que casi nunca los bebés llegan a consumir grandes cantidades. Si llega a comer de estas plantas saca todo lo que tenga en la boca y enjuágasela con agua, lo mejor que le puede ocurrir es que vomite todo. Para quedarte más tranquila o tranquilo llama al Centro Nacional de Toxicología, 91 562 04 20 y descríbeles la planta o diles el nombre. Este teléfono funciona las 24 horas del día, así que no dudes en consultar.
Toma precauciones después de haber estado manipulando tus plantas. Lo normal es que lo hagas con guantes, pero a veces lo hacemos sin ellos. Lávate las manos muy bien antes de tocar o coger a tu bebé. La piel del bebé es más sensible que la de los adultos.
Síntomas más comunes de las plantas tóxicas
La adelfa, muy presente en los jardines, y de llamativas flores es muy tóxica. Los síntomas de su envenenamiento son la arritmia, mareos y temblores. De exterior, y común es la hiedra, cuyo frutos y hojas pueden llegar a ser muy peligrosos.
La dieffenbachia es una planta común, en el interior de las casas. Se caracteriza por hojas grandes de bordes verdes, pero centros en blanco o tonos amarillos que se difuminan en originales y vistosas manchas. Si tu hijo o hija llegase a morderla tendría leves irritaciones cutáneas.
Hablamos ahora de flores que suelen llamar la atención de los niños, o incluso elegimos para decorar sus ventanas sin saber que pueden ser un peligro. Las hortensias tiene un compuesto derivado del cianuro, lo que las convierte en tóxicas y peligrosas.Las personas con problemas alergias e inmunológicos son muy sensibles a ellas. Los bulbos de la violeta de los Alpes de flores sutiles y aroma agradable, tienen una sustancia muy tóxica. La prímula emana sustancias tóxicas durante su floración. Son unos alcaloides que pueden provocar náuseas y mareos. Sus hojas verdes también pueden dar alergia.
Las hojas de las tomateras son potencialmente peligrosos, así que recuerda que las hojas no son un buen ingrediente para tus ensaladas. El brugmansia suaveolens, es un arbusto de gran belleza y con una alta toxicidad, en especial su corteza. Es una planta alucinógena, de efectos impredecibles y altamente peligrosa. Y si hablamos de plantas alucinógenas quizás no sepas que algunos cactus lo son. Es muy poco común que un niño se intoxique con estas plantas, porque los pinchos ya les persuaden.