¿Por qué deberías dejar de fumar durante el embarazo?

El tabaco durante el embarazo

Fumar es malo para la salud de cualquiera. Pero este hábito es especialmente dañino durante el embarazo, ya que no solo te hará daño a ti, sino también a tu bebé que por estar desarrollándose en especialmente vulnerable.  El tabaco contiene más de 4000 sustancias peligrosas entre las que destacan la nicotina y el monóxido de carbono. Además contiene otras sustancias como cianuro, plomo y al menos 60 sustancias consideradas cancerígenas. Cuando fumas durante el embarazo, este cóctel  de sustancias entra en tu torrente sanguíneo, alcanzando a tu bebé que se alimenta a través de él.

A pesar de esto, muchas mujeres siguen fumando durante el embarazo. Hay quien piensa que, el fumar unos cuantos cigarrillos al día, es mejor que someterse al estrés que supone la abstinencia. Sin embargo, no se ha establecido ninguna cantidad mínima de tabaco que sea segura durante la gestación, por lo que se recomienda dejar de fumar cuanto antes. Cuanto más tiempo fumes, más riesgo tendrá tu bebé de tener problemas. Pero, si has llegado a la recta final del embarazo y no lo has conseguido, no tires la toalla. Aún dejando de fumar en las últimas semanas, tanto tú com tu bebé, saldreis beneficiados.

¿Por qué es peligroso fumar durante el embarazo?

El tabaco durante el embarazo

Cuando fumas, la nicotina y el monóxido de carbono trabajan en conjunto para estrechar tus vasos sanguíneos, incluyendo los que nutren a tu bebé a través del cordón umbilical, por lo que tu bebé recibe mucho menos oxígeno y nutrientes de los que necesita. 

El consumo de tabaco está relacionado con un incremento del  riesgo de que sufrir un aborto espontáneo o de que tu bebé nazca sin vida. También aumenta hasta en un 25% la probabilidad de síndrome de muerte súbita del lactante tras el nacimiento.

Pero además de las graves consecuencias mencionadas, si fumas estando embarazada, aumenta la probabilidad de que sufras otras complicaciones serias.

  • Riesgo de parto prematuro o bajo peso al nacer.
  • Aumento de las enfermedades respiratorias durante la infancia.
  • Desprendimiento de placenta.
  • Embarazo ectópico.
  • Enfermedades cardiovasculares.
  • Mayor probabilidad de sufrir trastornos del aprendizaje, del comportamiento o de tener coeficientes intelectuales especialmente bajos.
  • Aumento del riesgo de padecer ciertas malformaciones como el labio leporino o paladar hendido.
  • Síndrome de abstinencia al nacer aumentando su irritabilidad y malestar.
  • Mayor predisposición a desarrollar adicciones en la edad adulta.

¿Qué puedes hacer?

Así le afecta a tu bebé el tabaco

Ninguna futura madre quiere dañar a su hijo, pero vencer la adicción a la nicotina no es nada fácil. Por eso te damos una serie de consejos que puedes poner en práctica para hacer el proceso lo más llevadero posible.

  • Busca apoyo. No es necesario que lleves la carga tu sola. Cuéntales a tus familiares, a tus amigos e incluso a tu médico, tu intención de dejar el tabaco. Seguro que entre todos podrán darte el apoyo necesario para que logres vencer tu adicción.
  • Establece un día para dejarlo definitivamente. Cuanto antes lo hagas antes pasaras el mal trago y menos complicaciones para tu bebé. Fija una fecha y deja de fumar por completo. Es más fácil no fumar nada que fumar solo un poco.
  • Cambia tus rutinas. Evita las situaciones en las que solías fumar o en las que preveas que te puede apetecer hacerlo. Si por ejemplo solías fumar un cigarrillo vendo la tele o tomando un café, puedes sustituirlas por otras como realizar algún trabajo manual, salir a dar un paseo o tomar una infusión diferente en lugar del café.
  •  Ten siempre a mano caramelos sin azúcar o fruta fresca. Dibuja, teje o realiza cualquier trabajo manual que te mantenga distraída y te ayude a mantener las manos ocupadas.
  • Mantente bien hidratada. Bebe agua agua, té o infusiones que te ayuden a desintoxicarte y te ayuden a eliminar la ansiedad por comer o coger un cigarrillo.
  • Haz ejercicio. El ejercicio ayuda a oxigenar tu cuerpo, aumentando la sensación de bienestar y disminuyendo la ansiedad por fumar.
  • Date un pequeño homenaje por cada día sin fumar. ¡ Te lo mereces!
  • Pon el dinero del tabaco en una hucha y utilízalo para comprar  algo para ti o para tu bebé.
  • Se positiva piensa que lo peor pasará en unos cuantos días. El llamado mono suele durar entre 10 y 12 días. Después todo será mucho más fácil.
  • En ocasiones es necesario recurrir a ayudas externas. Busca apoyo psicológico o algún grupo de apoyo si lo consideras necesario.
  • Lleva una vida sana y equilibrada. Come sano, haz algo de ejercicio y descansa.
  • Piensa en tu bebé y en los beneficios que a ambos os van a reportar tu decisión de dejar de fumar.

Espero que estos consejos te sirvan de apoyo para dejar el tabaco. Sé que no es una tarea fácil, pero tu salud y la de tu bebé, bien merecen el esfuerzo. Te deseo mucha fuerza y ánimo para darle a tu bebé una bienvenida libre de humo.



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